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NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

rigor ejecutado, que el que tuvieron vuestros primeros conquistadores, pues con la vida pagaron lo que sus perjudiciales obras tan justamente debian, y con lo mas sensible y mas gravoso que se puede imajinar entre humanos discursos, que fué con la servidumbre y sujecion a sus enemigos? Juzgaban antiguamente los judios, que eran libres y sin sujecion alguna por lo que dijo Jeremias en el cap. 2: ¿por ventura es siervo Israel, o doméstico de casa? por lo cual presumieron los hijos de Abraham ser hidalgos y libres, y respondiendo a Cristo S. N., en el cap. 8 de San Juan, le dicen: hasta ahora no habemos servido a ninguno, que somos descendientes de Abraham; pues ¿cómo nos decis que serémos libres? ¡Oh ignorantes maliciosos! cómo no atendeis a las siguientes palabras de Jeremías? Esto es lo que sucede a algunos presumidos que interpretan los preceptos divinos en el sentido que les asienta mejor, o entienden aquello que a su paladar y gusto les es mas deleitable, y dejan aparte el principal sentido y el que es mas conveniente a la salud del alma. Si Jeremías pregunta: si es siervo, doméstico de casa, o esclavo el pueblo de Israel, no atenderéis a que os dice mas adelante, que cómo estais cautivos y sujetos, asoladas vuestras ciudades y provincias, apoderados de vosotros los Ejipcios, teniéndoos forzados y oprimidos; y esto no echais de ver (prosigue el profeta clamando) que ha sido porque habeis dejado a vuestro Dios y Señor, sin haber querido seguir el camino o la vereda por adonde os encaminaba; en cuyo lugar dijo San Gerónimo: estos eran unos hombres torpes y sin racional discurso, pues ignoraban que los que se sujetan al pecado, son siervos del pecado y obligados a servir a sus vencedores. Este fué el mayor castigo y el tormento mas riguroso que padecieron esos que decis (Quilalebo amigo) que se quedaron sin él, que habiéndose visto poderosos, triunfantes, servidos de vosotros, regalados y contentos, quedaron captivos y esclavos de sus propios siervos y criados. ¿No os parece que sus culpas, maldades y pecados fueron bastantemente castigados, cumpliéndose en ellos lo que arriba nos dijo el profeta Jeremías, porque dejaron el camino verdadero y la vereda por adonde los encaminaba el cielo, por seguir el de su gusto y el de su apetito licencioso? Decis mui bien, capitan (me respondió el viejo), y vuestras razones me han ajustado y parecido mui bien, y hallo que es sin duda, cierto y infalible, que como castigó Dios a aquellos perversos y malvados hombres por sus atrocidades y depravadas costumbres, tambien nuestro pillan volvió por nuestra causa y atendió a nuestra defensa, que cuando un dios nos es contrario, ptro suele mostrarse favorable en ocasiones. De bárbaros jentiles es vuestra opinion por cierto (dije a mi amigo Quilalebo), que lo mesmo juzgó aquel injenio raro del natural poeta, y lo mostró en sus medidas letras: Sæpe, premente deo, ferst deus alter opem. Mulciber in Troiam, pro Troia stabat Apollo. Equa Venus Teucris, Pallas iniqua fuit.