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HISTORIADORES DE CHILE.

Oprimido del tirano El dios que nos favorece, Otro dios se nos ofrece A tenernos de su mano. Contra Troya fué Vulcano, Y Apolo su defensor; Vénus le dió su favor Si Palas le fué contrária, Que por mujer siempre es vária, Y así lo ha de ser su amor. Esto es lo que presumian los antiguos jentiles, que no tenian conocimiento del verdadero Dios, que es el que lo gobierna y rije todas las cosas, ly cuando por sus culpas castiga a los unos, a los otros ayuda para que sirvan de instrumento y ejecutor de su divina justicia, como les aconteció a aquellos primeros conquistadores, que por darles Dios N. S. su merecido castigo, os favoreció a vosotros, dándoos esfuerzo y valor para que los humillásedes, los venciésedes y sujetásedes a tenerlos debajo de vuestra servidumbre y como esclavos: esto no pudiérades conseguir, sino fuese por permision del cielo, que os habilitó para castigo nuestro y para libraros de la tirana opresion que padecíades; y pues sois cristiano (como decis), creed esta verdad infalible (Quilalebo amigo), que no hai mas que un solo Dios Todopoderoso, Señor de cielos y tierra, que nos ayuda y favorece cuando le servimos y nos ajustamos a sus órdenes y mandatos, y cuando le ofendemos desatentos nos desampara y pone en manos de nuestros enemigos. Y es de tal calidad y de tan perversa inclinacion nuestra humana naturaleza, que aunque cada dia experimentamos estas manifiestas verdades, con infortunios y subcesos trájicos, no enmendamos nuestras costumbres, ni enfrenamos nuestros desordenados apetitos; por cuya causa me veo yo entre los mas bien librados cautivos, preso y esclavo de vosotros, y nuestro ejército derrotado y vencido con rte y pérdida de mas de ducientas almas. Y solo cuando nos vemos en trabajos y penalidades, y sobre nosotros tenemos el azote de su recta justicia, lloramos y suspiramos sentidos, y recurrimos a su inmensa misericordia, que como piadoso padre atiende a los clamores y llantos de los atribulados y oprimidos, y con mas facilidad y presteza vuelve los ojos de su bondad a nuestras aflicciones y suspiros, que a castigar airado nuestras culpas; que en esto se dilata lo posible y en lo otro se apresura jeneroso. Notólo así San Juan Crisóstomo con elegancia sobre el lugar del capítulo 1 del Génesis, que dice que en seis dias hizo el Hacedor Supremo toda la máquina del mundo, y para destruir y asolar una sola ciudad se dilata mas tiempo; por lo cual pregunta nuestro citado santo a Dios N. S., que por qué causa para la edificacion y fábrica universal del mundo no ocupa mas que los seis dias referidos, y para consumir abrasar una y sola ciudad es mas tardio y remiso; y el mesmo santo nos absuelve esta duda diciendo: ¿sabeis por qué? es Dios loz y apresurado en S. mas el obrar en nuestro bien, que en el destruirnos y hacernos mal: lo pri-