malos, y solo tu lei es la que me agrada, y la que venero y amo. Y explicando este lugar dijo San Ambrosio, que el profeta aborrecia a los quebrantadores de su lei; y el gran doctor Francisco de Mendoza lo explicó mas a mi intento, diciendo: por inicuos y perversos sin lei ni natural razon, tenia a aquellos que a sus domésticos y allegados los hacian retroceder de la lei divina y no permitian que viviesen debajo de ella y de sus institutos. Sacrílegos y escandalosos, no hai que poner duda en que lo fueron, pues violaban los templos y lugares sagrados, imitando a aquellos malvados administradores del templo hijos del sacerdote Helí, de quienes dijo San Gerónimo, que en el tabernáculo de Dios usaban deshonestamente de las mujeres; y amonestando a los sacerdotes de Cristo que no los imiten, dice que porque dormian en el vestíbulo del templo con mujeres profanas. Y haciendo memoria de semejantes sacerdotes, se lamenta Jeremías diciendo, que los sacerdotes y ancianos de Jerusalem fueron consumidos y abrasados porque no atendieron mas que a su conveniencia, a sus gustos y comodidades, habiendo de ser lo primero cuidar y atender a la obligacion de sus oficios, dando pasto spiritual a sus allegados, domésticos y amigos; y ántes de esto pide a Dios, que atienda y mire a sus aflicciones y congojas, porque el enemigo universal se ha levantado a mayores y engreido de tal suerte, que intenta avasallarlos a todos, sujetarlos y rendirlos; sobre lo cual dijo mui a nuestro intento el glorioso doctor San Buenaventura: un feroz enemigo se levanta cuando en la Iglesia se prefiere al malo, como los hijos del sacerdote Helí. Y dijo elegantemente este santo doctor: porque cuando se prefiere en la Iglesia al malo, así en costumbres como en sangre, se levanta y se cria contra ella un cruel enemigo; que como dijo San Juan Crisóstomo, que eran estos tales los que se atrevian sin temor ni respeto a menospreciar las cosas sagradas, a atropellarlas y a abatirlas, por haberlos puesto en dignidad que no merecian; y por permision divina estos son despreciados y abatidos, como lo dice el mesmo Dios por el profeta Malachías, habiendo insinuado ántes la causa de su castigo. Gran dignidad es la del sacerdote, y a ese peso es mayor su delito, y su culpa mas notada, por el escándalo que da, que es mucho mayor que el de el no conocido humilde pecador y pobre, como lo advirtió San Juan Crisóstomo. Con que queda bien probado y manifiesto que fueron nuestros antiguos sacerdotes sacrílegos y escandalosos, ajustadas las irreverencias y pecados cometidos en los sagrados templos, que son en injuria y desprecio de Dios N. S., y este es sacrilejio conocido, como lo resuelve el anjélico doctor. Vamos ahora a probar y sacar en limpio como fueron idólatras y cultores de dioses falsos. San Gerónimo sobre el ps. 8 nos hace clara y patente nuestra proposicion, diciendo que el que tiene a su vientre por Dios, ese es su reciente y nuevo dios; cuantos vicios y cuantos pecados cometemos, y en ellos nos gloriamos, tantos nuevos dioses consagramos. Pasa mas adelante y dice: ¿soi llevado y sujeto a la pasion irascible? pues ese es mi dios reciente, y cualquiera que adora y venera
