Página:Cautiverio feliz, y razón de las guerras dilatadas de Chile.pdf/345

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
331
NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

fueron maltratados y oprimidos; que aunque al presente corria por otro stilo el agasajo y amor con que eran tratados los indios amigos en sus reducciones, no dejaba de haber algunos mal contentos y desabridos, porque no todos habian de ser reservados del trabajo ordinario y necesarias faenas del servicio del Rei, como eran las escoltas y acarreos de los bastimentos, de que ellos eran tambien participantes, en el manejo de los barcos, en centinelas, en cortar los caminos y rejistrarlos, para el seguro de sus casas y reducciones. Esto fué por disculpar en algo nuestras acciones; de que el cacique no quedó mui satisfecho, porque tenia en su parcialidad dos o tres de los nuevamente herrados en las caras, cuyas señales no podia yo borrarlas, ni dejar de tenerlas el cacique mui presentes, por ser de las cosas que de nosotros mas abominaban, vendiendo como a negros su parientes, sus hijos y mujeres, echándolos a tierras remotas y enajenándolos de las suyas. Ve Vamos ahora al intento y a lo propuesto en el capítulo sobre la esclavitud de esta nacion; que de las razones antecedentes del cacique podrémos proseguir nuestros discursos y decir, que la esclavitud de esta nacion es la que perturba la paz, el sosiego y la quietud de este reino: para cuya prueba, habemos sacado en limpio lo primero, no haber sido las guerras principiadas en esta conquista con justo título emprendidas: causa que ayuda tambien a nuestro intento, para no habiendo sido lijítimamente lo uno permitido, lo otro quede fácilmente derogado. orlommer of Lo segundo que se debe probar para desvanecer el principal fundamento de esta esclavitud, es que no son herejes, ni jamas lo han sido, ni apóstatas tampoco, como dicen. Hereje es aquel que ha tenido y tiene verdadero conocimiento de Dios y de nuestra católica relijion, y la blasfema, oponiéndose a la verdad de su doctrina y enseñanza, siguiendo opiniones falsas, o inventándolas de nuevo, como dice Santo Tomas. Luego, estos bárbaros infieles no han sido jamas herejes, ni lo son, porque lo primero, la contradiccion que hicieron a los españoles en sus principios con opuesta repugnancia, no fué encaminada al odio y aversion que mostraron a nuestra santa fee católica (como queda atras probado), ántes pudiéramos decir, que porque los enseñaban a blasfemar a Dios, como dijo San Crisóstomo (citadas sus palabras en el capítulo antecedente), permitió N. S., por sus juicios, que cortasen y atajasen los pasos a sus desenfrenadas acciones: porque habiendo de enseñar y mostrar el verdadero camino de nuestra fee católica con buenas obras y costumbres, con su mal ejemplo y perversos procederes dieron ocasion a que se desviasen de su doctrina y tuviesen por falsas sus finjidas palabras. Lo segundo, para prueba de lo dicho, no se podrá decir de esta nacion infiel que haya inventado nuevas ni falsas opiniones en contra de nuestra fee sancta, que si han seguido y siguen las que en su jentilismo acostumbraban, seria por parecerles mas ajustadas a la lei natural en que vivian. Porque si entre nosotros experimentaban adulterios, inces-