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HISTORIADORES DE CHILE.

sus intereses; cuyas palabras explicó San Gerónimo alintento. No dijo el profeta (dice este santo) estas misteriosas palabras por los que reciben cuando la necesidad aprieta y obliga a no perder la ocasion de recebir por aquellos sí que no tienen por amigos a otros que aquellos de quienes reciben dádivas y dones; y prosigue al intento de lo que experimentamos en estos bárbaros infieles, que son hijos de la cudicia y del interes, porque estos tales (dice) no consideran ni atienden a las palabras de los amigos, sino es tan solamente a las manos, a ver si con ellas les dan lo que desean, y a aquellos tienen por santos a quienes enflaquecen las bolsas y se las minoran: propiedad y costumbre conocida y experimentada en estos cudiciosos naturales. Acusaban tambien nuestra demasiada confianza, como astutos y cautelosos, que las mas veces se orijinan de ella los mayores peligros y conocidos daños, que en la guerra son mas ciertos y perjudiciales, y que a letra vista su merecido castigo tienen nuestras vanas confianzas, como se vió y experimentó en el célebre caso que le sucedió a Jonatás, valeroso capitan del ejército de los Macabeos. Refiérelo el texto sagrado con estas siguientes palabras como desease Triphon coronarse en Asia y derribar de su asiento al rei Antioco, recelando que Jonatás se le opusiese y perturbase sus intentos, trató de asegurarle con cautelosas trazas, viniendo con su ejército a Bethsan, adonde Jonatás le salió al encuentro con cuarenta mil hombres de pelea. Temió Triphon a Jonatás y a su copioso ejército, y con fraude solicitó su amistad y alianza, por medio del interes y la sumision, haciéndole grandes presentes, y ordenando a todos los de su ejército que obedeciesen a Jonatás, y le reconociesen por absoluto señor y príncipe soberano, y asegurándole con esto le dijo, que no tenia que molestar a sus soldados trayéndolos en campaña, con trabajos y incomodidades, cuando eran amigos, y él dueño de sus acciones y de todo lo que estaba debajo de su dominio y mando, y que despidiese su ejército, que en buena paz y quietud se fuese a descansar, y que él viniese con los soldados que tuviese gusto y le pareciese conveniente, que al punto le entregaria la ciudad Ptolemaida y los demas presidios y fortalezas que rejia y gobernaba. Confiado Jonatás, sin acuerdo, en las palabras de Triphon, despidió su ejército, quedándose con tres mil soldados, de los cuales envió los dos mil a Galilea, dejando en su compañía solos mil, con que entró en la ciudad de Ptolemaida juzgando entregarse de ella y de lo demas prometido por el cauteloso Triphon; y al punto que le tuvieron dentro, los ciudadanos cerraron las puertas y prendieron a Jonatás y pasaron a cuchillo a todos sus soldados, y sin pasarse largo tiempo (como dijo Egesipto) le quitaron a él tambien la vida, quebrantando la fee de la amistad y palabra. Y al punto envió Triphon su ejército a Galilea, para que destruyese y acabase con la jente que allí quedaba, y todos los reyes circunvecinos, viendo que no habia príncipe en Israel, levantaron ejércitos contra sus habitadores para acabar con ellos y consumirlos.