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HISTORIADORES DE CHILE.

perdidas y en poder de sus enemigos las mas amadas prendas y estimables alhajas, no quedándoles cosa buena ni de precio en sus casas, que pudiese llevarles el afecto y arrastrarles el alma. Así lo platicaron y ejecutaron los Cuncos; que habiendo llegado nuestro ejército a las orillas de aquel caudaloso rio (memorable en nuestro daño) solicitando pasarie, se puso de la otra parte el escuadron enemigo, con las mujeres y hijos a sus lados (que es lo mas precioso que ellos tienen), y a vista de los nuestros manifiesto; con que de nuestra parte se aumentó la cudicia perniciosa, teniendo a la vista el blanco de sus deseos, y juzgando por mui de su parte la victoria, se arrojaron al peligro valerosos por cima de unas puentes de madera, que a modo de unas balsas para el intento fabricado habian de priesa y sobre falso. oma ton Bien lo repugnaron los mas soldados antiguos, conociendo que el riesgo era con evidencia conocido y manifiesto; mas, quisieron como leales vasallos del Rei N. S. perder ántes con crédito las vidas, que manchar contumaces la militar obediencia, aunque conocidamente conocieron el peligro, pues ántes de pasar los mas se confesaron; que la cudicia avara de los superiores que gobiernan, es lo que causa semejantes daños, sin atender a los peligros conocidos, que si ellos fuesen los primeros en acometerlos, pareciera mejor que contemplarlos. Fueron pasando por cima de estas balsas, a pura fuerza y maña, y como era imposible arrojar a un tiempo considerable número de jente, que pudiese resistir el ímpetu feroz de la enemiga muchedumbre, embistió con violencia a los primeros, que con indios amigos serian pocos ménos de ducientos, que atropellados fácilmente, quedaron muertos en las riberas del buen rio mas de cien españoles, capitanes valerosos y soldados, y de los amigos indios mas de treinta, y los demas como pudieron se libraron, arrojándose al rio, adonde muchos mál heridos acabaron sus dias. y Estos fines resultan de una avara intencion y cudiciosa; de la congoja y opresion del enemigo, efectos valerosos se orijinan, con resoluciones valerosas y mas que de hombres. He referido este subceso (que pudieran acompañarle otros) por dar a entender que no es buen gobierno usar de todo rigor con los siervos y amigos reducidos a nuestra obediencia, que dél resultan y han resultado en este reino semejantes infortunios como el pasado.

CAPITULO XIV.

En que se trata de algunas vejaciones que padecian nuestros antiguos amigos. Vamos adelante con nuestros naturales reducidos y con las molestias y agravios que en algunos tiempos han padecido. A los nuevos amigos, dije, no les estaba bien el conservarse en nuestra amistad y el perjuicio y daño que se les seguia de ella, robándoles los hijos y las hijas de secreto para venderlas y enajenarlas de sus tietrato, por