Página:Cautiverio feliz, y razón de las guerras dilatadas de Chile.pdf/365

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
351
NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN. Crecian los intereses y malicia A costa del sudor y daño ajeno, Y la hambrienta y mísera cudicia Con libertad paciendo iba sin freno La lei, derecho, fuero, y la justicia; Que era o que Valdivia habia por bueno, Remiso en graves culpas y piadoso, Y en los casos livianos riguroso. 351 Y mas latamente quedan insinuadas sus acciones en los capítulos atrasados; por cuya causa podemos colejir que son los príncipes superiores castigados de la mano del Señor aunque por sí sean justos y buenos, como lo fué el sacerdote Helí por no haber correjido y con aspereza castigado los pecados y delitos escandalosos de sus hijos, cometidos en el templo, como lo notó San Antonio Abad; que aunque los reprehendia con palabras, por no ser igual la pena a sus maldades, dice San Crisóstomo que no admitió Dios por tal aquel castigo. Y así deben los superiores severamente castigar los pecados públicos y escandalosos, para no caer en la indignacion del jeneral y recto Juez, quien los apropia con justo título a quien los deja pasar en blanco; que bien lo advirtió San Pedro Damiano sobre el capítulo 25 de los Números, en que manda Dios a Moises, que prenda todos los príncipes superiores de su pueblo, y por las culpas y pecados dél los ahorque luego, que con eso se mitigará su ira y templará su enojo. ¿Qué cosa es (dice este santo) que el pueblo se desmande y peque licencioso, y sean los superiores castigados; los súbditos delincuentes, y los gobernadores puestos en una horca? (¡Oh cómo fuera en estos remotos reinos de las Indias de grandísima importancia ver ejecutada esta sentencia por nuestro Rei y señor, para que no se los tuviesen tiranizados, no tan solo con permitir maldades y desafueros, sino tambien con ejecutarlas ellos con descoco y desmesura, algunos de sus ministros; que claro está que no han de ser todos, porque ha habido y hai particulares que saben ajustarse a la obligacion de sus oficios.) ¿Uno es el que peca (prosigue este santo), y otro el castigado? y responde con elegancia a su dificultad y duda. ¿Sabeis por qué? nos dice; porque la culpa y el delito de los súbditos es ignominia y oprobio de los superiores, y la precipitacion y pérdida del rebaño se atribuye a la fløjedad y neglijencia de los pastores: y esta es condicion y propiedad de los que gobiernan, que no tan solamente han de estar sujetos y obligados a llevar la pena que por sus defectos y culpas tienen merecida, sino tambien a padecer y tolerar por propias las de sus inferiores y súbditos. Y pues es obligacion precisa de los príncipes que gobiernan, poner eficaz remedio a los excesos y delitos públicos, no es mucho, si no lo hacen, que experimenten la justicia de Dios y su castigo, cuando en la tierra no se halla ni se conoce; y así podrémos decir que le tuvo nuestro gobernador don Martin García de Loyola en lo temporal y transitorio, segun la misericordia divina y su justicia piadosa, por haber sido en opinion comun de ajustada conciencia y caritativo celo. ay nog ob anded on pione