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NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

se hacian para la guerra, porque habia muchos que naturalmente eran inclinados a ella y de su voluntad y bella gracia acudian con gusto a semejantes concursos. En el rancho de este cacique mi camarada asistia un bizarro moceton, dispuesto y de buena traza, que debia de continuar salir a estas facciones militares, que por esta causa sin duda se encaminó a este rancho el mensajero, a quien hospedaron aquella noche, por ser tarde, con grande agasajo, dándole de cenar y de beber y cama en que dormir; y al amanecer pasó con su flecha a otras parcialidades, dejando hechos nudos en un hilo grueso de lana del término señalado de ocho dias, que en el último habian de estar juntos en las tierras de Ecol, por ser parte comediada para los unos y los otros aplazados. Y DI Vamos ahora al reparo que hice en aquella ocasion, y a lo que con atencion curiosa advertí en aquel soldado camarada compañero del viejo Quilalebo. Luego que fué aplazado este valeroso soldado, ordenó a su mujer le hiciese la cama aparte y no quiso dormir mas con ella; y juzgando yo que aquella noche lo hacia por dormir con el mensajero, como lo hizo, no fué tan grande el cuidado que puse en la division de la cama y divorcio que con la mujer hizo, como el que tuve en las demas noches, que continuó separarse de ella, durmiendo sin su compañía las que se siguieron hasta el tiempo de la partida, que para el que estaba dispuesto al cabo de los ocho dias no quiso faltar del término y plazo señalado.vil Despues de haberse partido el buen soldado a cumplir con la obligacion de puntual guerrero, estando conversando con mi viejo a solas, solicité cuidadoso la causa de mi reparo, preguntando el fundamento que nuestro camarada habia tenido para haberse enfadado con su mujer, pues habia dividido cama aquellos dias ántes del viaje; que verdaderamente aquella accion habia sido para mí mui nueva y de algun cuidado. A que me respondió el prudente anciano, que era costumbre antigua entre los suyos, siempre que sali a jornada los soldados, no dormir con las mujeres, principalmente los que eran capitanes y caudillos en sus regües, a cuyo cargo iban los que de ellas salian para las facciones de guerra. Mas confuso y suspenso me habeis dejado (dije al cacique) si no me dais a entender el fundamento que tuvieron los antiguos vuestros pasados para entablar por buena esa costumbre. Yo os lo diré, capitan, respondió el viejo y prosiguió con las siguientes razones. hovog ang alags of Highlibat adiunto Habeis de saber, Pichi Alvaro amigo, que en los tiempos pasados (mas) que en los presentes) se usaban en todas nuestras parcialidades unos huecubuyes, que llamaban renis, como entre vosotros los sacerdotes; estos andaban vestidos de unas mantas largas, con los cabellos largos, y los que no los tenian, los traian postizos de cochayuyo o de otros jéneros para diferenciarse de los demas indios naturales; estos acostumbraban estar separados del concurso de las jentes, y por tiempos no ser comunicados, y en diversas montañas divididos, adonde te-