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HISTORIADORES DE CHILE.

nian unas cuevas lóbregas en que consultaban al pillan (que es el demonio), a quien conocen por Dios los hechiceros y endemoniados machis (que son médicos). Estos, como os he dicho, por tiempos señalados estaban sin comunicar mujeres ni cohabitar con ellas: sacaron de esta costumbre y alcanzaron con la experiencia, que se hallaba con mas vigor y fuerzas el que se abstenia de llegar ni tratar con ellas, y de aquí se orijinó, habiendo de salir a la guerra el que es soldado, esta costumbre y lei entre nosotros, por consejo y parecer de estos nuestros sacerdotes; y como el sustento que llevaban a estas facciones militares, es solo una taleguilla de harina tostada, por no embarazarse con mas carruajes ni cargas (como los españoles hacen), a pocos dias quedaran totalmente sin vigor ni fuerzas si las llevaran gasta das, porque no hai cosa que mas las minore y menoscabe, que la cohabitacion de las mujeres. Y esta es la causa por que mi camarada, luego que fué avisado de la entrada que se hacia a tierra de los españoles, apartó cama y se excusó de dormir con la mujer; con que os habré dado gusto y satisfecho a vuestra duda. vor eibuipe empedy Suspendamos por ahora la conversacion trabada del cacique, y para nuestros discursos y blanco a que se encaminan, saquemos algun fruto de este rito. Que unos infieles bárbaros, sin discursivo natural, alcancen y conozcan que el vicio torpe, lascivo y deshonesto de la concupiscencia lujuriosa los afemina, los debilita y los deja sin valor ni fuerzas, y que sepan sujetar sus pasiones y lividinosos apetitos, ¿no es para maravillarnos, y aun para avergonzar nuestras costumbres y acciones? pues no pueden marchar nuestros ejércitos cristianos sin este tropiezo de mujeres en las entradas y campeadas que se hacen. Que entren con sus maridos las criadas para el servicio de sus ames y tambien de ellos, parece que puede permitirse; pero ha habido ocasion que los ministros superiores han agorado las jornadas que han emprendido, por llevar en su compañía, en hábito de hombres, sus amigas, y hubo ocasion que los indios bárbaros amigos nuestros vituperaron semejante accion y pronosticaron ántes el adverso suceso, diciendo que el superior ha bia hecho un perimol mui grande, que quiere decir un portentoso agüero en nuestro daño: y así fué, pues perecieron en aquella ocasion mas de cien capitanes y soldados de los mas lucidos valerosos del ejército, sin muchos indios amigos. y Estos son los fundamentos principales de este libro y en lo que estriba la dilacion de esta prolija guerra, pues es cosa averiguada y cierta que los mas infortunios y adversos acaecimientos que he experimentado en este reino, y los pasados, de que con cuidado he solicitad hacerme capaz de ellos, han sido siempre encaminados por la mano de Dios para nuestro castigo; porque los vicios y pecados han cegado y ciegan nuestros entendimientos, afeminan nuestras acciones, nos quitan las fuerzas, acobardan el valor y aniquilan nuestros brios. ¿Quién mas valeroso y fuerte que Samson, de quien dice el texto sagrado, despedazaba leones como si fuesen corderos? quién mas temido de los