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NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN. EZ DE PINEDA Y BAS 373 foastal aid (que estos son los jéneros mas esenciales para que los pobres se puedan vestir y aprovechar), que pareciera mui bien a estos tales embargarles lo que escojen para sí, y en su lugar volverles los desechos y trastes de tiendas (que en otra parte juzgo que tengo significado por el respecto que lo hacen los unos y los otros.) Y no hallo por este camino que sea bastante disculpa el decir: no hai otros jéneros; estos traen, estos reciban; que pues S. M. (Dios le guarde) hace que se entere esta cantidad de ducientos y doce mil ducados en dineros de sus reales cajas, ¿por qué con ellos no se comprarán los jéneros que se sabe que son mas esenciales y convenientes para el soldado, como los escoje para sí el que trae el situado, a quien fuera justo y mui puesto en razon quitárselos, o trocárselos por la podricion y desechos que traen por sus intereses y conveniencias? Esto es lo que hace mas penosa la vida del soldado, que se vé con obligaciones de mujer y hijos sin tener con que cubrirles las carnes ni con que comprarles cuatro granos de trigo para su sustento, porque la racion que les dan es tan limitada que apénas alcanza el mes para uno solo, y del socorro tasadamente pueden mal vestirse; cuando vemos a los plumarios, menores y mayores oficiales, con una y otra gala cada dia, comiendo y bebiendo a dos carrillos, sustentando casas y mujeres sin ser casados muchos, jugando de ordinario los ciento y ducientos pesos a costa del sudor y trabajo de estos pobres soldados: y en tiempos necesitados y trabajosos, que no se hallaba un pan que comer en todo el pueblo, estos tales oficiales, tenedores de bastimentos y fatores tenian en sus casas el trigo y la harina mui de sobra, pues nos vendian el pan a precios excesivos, sin tener cosechas, chacras ni estancias. Finalmente, los mas ministros, entre los que hai ajustados (que claro está que no todos han de seguir este mal stilo de gobierno), no tratan de otra cosa que de sus conveniencias, sus intereses y particulares provechos, a costa de los pobres soldados y de la real hacienda, y con capa de ejecutores y celosos de ella, oprimen, molestan y vejan a los desdichados vecinos y moradores de la ciudad, principalmente en las ejecuciones y cobranzas de alcabalas, derechos reales y otras deudas, orijinadas por la omision y malicia de los proveedores y ministros; que en el siguiente capítulo manifestaré algunas acciones suyas, en que se declare lo propuesto, y llevarémos la materia principiada adelante, que por haber sido algo dilatado el capítulo, le dejarémos en este estado.

CAPITULO XXIII.

En que se manifiestan algunas acciones de ministros desatentos y proveedores.z Habemos entrado en este laberinto y cáos de confusion de las reparticiones del situado y de las raciones que se dan a los soldados de Chille, y es forzoso dilatar su descripcion mas de lo que quisiéramos, por ver si podemos salir al fin de estas confusas nieblas, que mientras mas pretendo ponerlas a la clara luz de los mas cuerdos y