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NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

poco que me habian señalado de mi sueldo, y hallé que me le tenian detenido y embargado, por haber sido fiador del que vendió la dicha cantidad de trigo; que como habian pasádose tantos años, y no era deuda propia, no habia puesto en su entero ningun cuidado, y tambien porque el deudor era abonado y estaba yo enterado de que habia muchos dias que habia pasado el trigo a la otra banda. Este tal vecino murió, y despoblada la ciudad de Chillan entónces y sus distritos por el enemigo, se retiró con los demas la mujer viuda, cargada de obligaciones, de hijos y hijas doncellas, con cuatro ovejas que pudo llevar a los distritos de Maule, jurisdiccion de Santiago, adonde con su trabajo y solicitud aumentó su ganadillo, con que sustentaba su familia (aunque mal y con pobreza). Alegué de mi derecho proponiendo tener la principal deudora cuatro vacas y ovejas mas que yo, de que poder satisfacer la deuda, y que yo no me hallaba con mas caudal que el de mi desdichado socorro, y ese minorado, sin tener otra cosa de que poderme valer para el sustento de mis hijos; y que seria razon que ante todas cosas se hiciesen las dilijencias con las partes principales, que molestarme a mí y dejarme sin tener con que poder servir a S. M., ni con que vestir a mis hijos; demas de que mi sueldo no debia cosa alguna a la fianza. Todo esto se atropelló, y no pude sacar mi sueldo hasta que llegó la parte principal y quedó a satisfacer en ganados la cantidad que debia; y con todo eso me obligaron a hacer escritura de fianza, haciéndome deudor de lo que no debia, y que despues cobrase de los herederos. Pasáronse en estas demandas y escritos que presenté, y acuerdos que se hicieron, muchos dias, y al cabo de ellos fuí a que me socorriesen con algunas cosas que habia menester, y hallé despoblada la municion de los jéneros mas nobles y de los que mas necesitaba, como eran bayetas, paños, cordellates, damasquillos y bombasíes, que son los mas esenciales para una casa pobre. Pues, ¿en qué me socorrí, preguntarán algunos, pues faltaban esos jéneros? Yo lo diré para prueba de lo que se hace en estas reparticiones: lo mas que pude sacar a fuerza de importunos ruegos, fueron cincuenta varas de ruan de lo que habia quedado de desecho, dos cortes de tundidos de a cinco varas y media, tan levantados de punto en el precio, siendo algunos de peor calidad que el mui ordinario paño, que embarazaron gran parte del sueldo que me estaba señalado; esto fué lo mas bien parado, porque lo demas fueron retazos de paño, de bayeta, de cordellate y tafetan, que el mayor no llegaba a dos varas, porque me dijieron no habia otra cosa. En resolucion, este fué el sueldo y socorro de un maestro de campo jeneral al cabo de haber gobernado estas fronteras y ejército de S. M. en los tiempos mas trabajosos y nas necesitados que ha tenido Chille, con la guerra mas sangrienta que se ha visto en él; de adonde se puede sacar qué socorro tendrian los pobres soldados, y el poco lugar que tienen los méritos de los que nos aventajamos en el real servicio.