Pues llegue a esta municion un mercader pulpero o palaciego, a cobrar deudas y trampas por abonos que han hecho estos tales ministros, ¡qué a priesa que salen las piezas de bayeta, las de ruan, las de paño y todo lo mas que piden! Pues, ¡válgame Dios! señores ministros reales, este caudal y hacienda, ¿no la envía S. M. para los que le estamos sirviendo? Es verdad: pues ¿cómo con ellos tan escasos, tan severos, tan rectos y tan inhumanos, dejándolos descontentos, mal pagados y con retazos y desechos socorridos, y a los otros tratantes, pulperos y mercaderes, que venden al soldado la botija de miel a diez patacones y se la vuelven a comprar a cuatro, y otras cosas a este tono, tan bien enterados, tan bien satisfechos y contentos, franqueándoles la municion y todo lo que hai en ella. Yo no lo entiendo, aunque el rumbo está bien descubierto, pero mal cojidas las aguas que aniegan el bajel y le zozobran. Abroh al Lav od
CAPITULO XXIV.
WASHED OF 30900 Not En que se prosiguen las penalidades del soldado y las inhumanidades que usan los ministros alcabaleros y recetores con los pobres y las pobres que no tienen tratos ni contratos, y se moralizan algunas razones. Prosigamos con las penalidades y desdichas del soldado de Chille. No es de los menores tormentos que padece, el verse desnudo y limitadas las raciones de carne, harina o trigo, en que tambien entran bien las manos los ministros mayores y menores; que puede ser que yo me engañe, pero dificulto una cosa que puede hacer cierta mi malicia. Si por los acuerdos que se hacen, se aparta de este situado la cantidad necesaria para comprar los bastimentos, y estos son conforme las plazas, y aun siempre se echa de mas que de ménos, y lo que está acostumbrado es que cada mes se dé la racion del trigo o harina, y la de carne cada semana, ¿por qué se ha entablado en estos tiempos que a cada semana se le añidan dos dias y cuando ménos uno, con que si se da la racion de carne en sábado, la que viene en domingo o lúnes, y así las demas que se siguen? Y esto es cuando anda mui puntual el gobierno de las reparticiones. Pues ahora' la duda: si estas raciones estan ajustadas por semanas de sábado a sábado, como se acostumbraba de ordinario, y conforme este tanteo y las plazas se compran las vacas, y se da el consumo por semanas a los fatores y demas ministros; estos dias que añiden, ¿no se quitan al año? que cuando no sea mas que un dia, hacen otras seis semanas. Estas raciones, ¿qué se hacen? Dirán algunos: pues ¿cómo han de comer a dos carrillos los ministros, y han de vender pan a los necesitados, y tener sus casas proveidas y necesitadas las ajenas, sino es de esa manera? porque tambien el trigo o harina que le toca al soldado de à caballo ocho almudes, le dan cinco o seis, y al infante, tocándole seis, le dan cuatro, y se compra por junto para la racion entera. Esto que se quita ¿dónde va a parar? Las raciones de los que estan ausentes, que de ordinario faltan de los cuarteles
