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HISTORIADORES DE CHILE.

ostentan del servicio de Dios N. S. y aumento de nuestra monarquía! Y son falsos hipócritas, como lo dice el ilustrísimo Villarroel, de los que con capa de justicia y celo de la real hacienda quieren parecer ministros confidentes y legales. Estos son propiamente hipócritas finjidores (dice mas adelante), porque con pretexto de conservar y aumentar los reales derechos, buscan sus utilidades y aumentos propios. tash Mui fácilmente se dejan llevar nuestros naturales de aparentes acciones y finjidas virtudes, por cuya causa no deben ser tan culpados de livianos, de fáciles y de varios en sus escritos, como han calumniado a los de Chille, por haber, conforme los principios a lo justo y honesto encaminados, aplaudido los gobiernos por entónces, y despues vituperado sus acciones, siendo distintas y contrarias a las que mostraron al principio. Y esta es doctrina que enseñó el divino Maestro y universal Señor de lo criado. Mandó Dios a Samuel, que unjiese por rei de Israel a Saul, y alábale y engrandécele sobre todos los del pueblo, diciendo que era el mejor y mas ajustado de todos; y andando dias, se trocó Saul de bueno en malo, de tal suerte que le pesó a Dios de haberle constituido por rei: con que en sus principios fué alabado del Rei de cielos y tierra, por. que fueron bien encaminados sus pasos, y despues despreciado y abatido, cuando a los divinos preceptos falta, o inadvertido desprecia. Y sobre este lugar dice mui a mi propósito el glorioso doctor San Gerónimo estas palabras: No tenemos que maravillarnos (dice), que cualquier justificado y santo varon pueda engañarse en amar, elejir o engrandecer al que parece bueno, cuando a Dios N. S. le pesó haber elejido por rei a Saul. Luego, no son dignos de tanta admiracion, ni de vituperar con exceso los humanos discursos, cuando se gobiernan por las exteriores acciones, que en ocasiones son buenas y en otras malas; pues el mesmo Dios y supremo Hacedor, teniendo presentes todas las cosas, y las por venir patentes y previstas, alaba a Saul cuando sus obras son buenas y justificadas, y despues lo desprecia cuando desatento no le obedece: con que quedan disculpados los que unas veces alaban a un gobernador, y otras lo vituperan. Sobre este pesar de Dios, y el que insinúa Moises que tuvo de haber hecho hombre, dice San Ambrosio estas siguientes palabras para significar de la suerte que se ha de entender esta pesadumbre o arrepentimiento en el que no le hubo, ni le pudo tener. Dios N. S. (dice) no hace los discursos que los hombres hacemos, ni su entender es igual a los nuestros, ni como mudable ni vario se aira ni se enoja; dícese así para que se manifieste o declare lo acerbo, lo agrio y feo de nuestros pecados, que merecieron tener sobre sí el enojo y castigo de nuestro Dios y Señor. Y San Juan Crisóstomo al mesmo intento dice: que habla Dios con nosotros conforme nuestra costumbre para que le entendamos, no porque en Dios haya arrepentimiento ni pesar alguno; y un autor grave de la compañía de Jesus explicó todo lo dicho con elegancia.