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NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

Prosigamos con las ventas públicas y tratos sin rebozo, que habemos prometido declararlos para prueba de lo propuesto. Vacaron otras encomiendas despues considerables, que por la una me enviaron a ofrecer tres mil pesos, porque corrió voz de que estaba dispuesta para mí la primera que vacase; y es así verdad, que cuando sin justicia me dejaron sin la pasada, me prometieron con empeños de palabra no faltarme en otras ocasiones: mas no todos han sido los gobernadores como un don Francisco Lazo de la Vega, o un don Martin de Moxica, que lo que burlando prometian, o la palabra que echaban por la boca, era un escriptura inviolable, y en quienes los méritos y servicios tenian su primer lugar; que aunque habia propuesto no particularizar en este libro a ninguno, por no padecer la calumnia que Marcial apropió a otro, que nunca supo decir bien de nadie, como lo muestra el siguiente verso: Ego esse miserum credo, cui placet nemo. Tengo por bien desdichado Al que jamas dijo bien, Ni en su concepto hubo quien Pudiese ser alabado. A cuya causa, en ofreciéndose ocasion, no excusaré dar a cada uno lo que merece, no siendo tampoco comun en alabar a todos, porque no me diga el mesmo autor lo que a Calístrato dijo: Ne laudet dignos, laudat Calistratus omnes: Cui malus est nemo, quis bonus esse potest? Por no alabar al mas bueno Calístrato alaba al malo Igualmente con el bueno, Y si en él ninguno es malo, ¿Quién ha de poder ser bueno? y Propuse (como voi diciendo) en esta ocasion a un relijioso que asistia al gobierno de ordinario, que recordase y advirtiese de nuevo al superior presidente mi sobrada justicia, mi pobreza y summa necesidad, el estar como estaba actualmente ocupado en el servicio de S. M. y por su mayor ministro: causas todas urjentes para que cualquiera gobernador cristiano y verdadero ministro del Rei N. S. atendiese mas a la obligacion de su oficio, que a sus propias conveniencias y intereses. Lo que resultó de esta mi súplica y ruego, fué el decirme el confidente relijioso, habiendo visto el escrito de oposicion que presentaba, que por aquella vez le suspendiese, porque el gobernador tenia hecho empeño con quien forzosamente habia de llevar la encomienda; que cuando andan de por medio los dineros, fácilmente se cumplen las palabras y son ejecutados los empeños. Hice lo que me mandaron por entónces, por ver si la promesa que me hacian de no faltarme en otras