Página:Cautiverio feliz, y razón de las guerras dilatadas de Chile.pdf/404

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
390
HISTORIADORES DE CHILE.

HISTORIADORES DE CHILE. an ocasion que estando hecha la merced de uno de estos oficios del distrito de Santiago a uno de los beneméritos, hijo de la patria, y mandado despachar sus recaudos y títulos, porque lo que habia dado por via de albricias no fué equivalente a lo que despues llegó a ofrecer otro pretendiente, le suspendieron el despacho y le hicieron para el que sacó de la puja al primer ponedor y arrendatario; por cuya causa se van huyendo del reino muchos pobres capitanes, y algunos sin licencias, porque no se las quieren dar, ni tampoco premiar sus méritos ni remediar sus necesidades. Y lo digo de mí, que al cabo de mis años y de mas de treinta y cuatro de servicios personales, me obligó la necesidad a salir de mi patria, pidiendo limosna por ajenos distritos para sustentar a mis hijos y buscarles remedio, pudiendo un gobernador evitarlo con una encomienda de las que han vacado, que han sido las de consideracion mas de cuatro, sin otras moderadas que ha habido, que todas las han dado a quienes mas bien las han pagado, conforme queda atras manifiesto y claro. Estos excesos y maldades no se remedian ni castigan: qué paz, sosiego, ni quietud puede tener este desdichado reino, pues sus fronteras se van despoblando de soldados antiguos y valerosos, de vecinos moradores que eran asistentes; y mui consolados los que gobiernan, porque se han reducido cuatro indios rebeldes, conservando los condones, dádivas y extraordinarios agasajos, que avezados con el deleite de recibir sin tributar, ni otra pension alguna, cuando quieran reducirlos a policía cristiana y a la obediencia y sujecion que deben tener al Rei N. S. como humildes vasallos suyos, ha de ser tan dificultoso como imposible, así por lo referido, como por haber quedado las armas de S. M. en poder de soldados bisoños los mas, habiendo faltado de este real ejército mas de quinientos soldados de los mas escojidos de cuatro años a esta parte, muertos por el enemigo y cautivos, despachados con licencias algunos, y otros sin ellas que cuando un gobernador está a los últimos fines de su gobierno, franquea las licencias a los que con mas comodidad y esfuerzo pueden continuar el real servicio, y a los que ménos asistencia han tenido en estas fronteras, que los unos por dependencia de favor y otros o los mas por intereses (como en otras partes queda significado), gozan de estas conveniencias y favores. Y puede tanto el interes en los que entran a gobernar cudiciosos, que le anteponen a su propia reputacion, dando por buenos gobernadores a los que subceden, dejándoles el reino en peor estado del que le hallaron, y les permiten hacer falsos informes en su abono y en conocido perjuicio de su honra y opinion, o por mejor decir, en daño manifiesto de estas desdichadas fronteras y de sus miserables habitadores, sobre quienes carga to lo el peso de los trabajos y penalidades que han padecido y estan hoi mas vivamente experimentando, con pérdidas considerables de soldados, capitanes valerosos, compañías enteras derrotadas del enemigo, cautivos y muertos, sin otros infortunios que a cada paso subceden; sin que se lo impidan al enemigo jamas. Y por nuestros pecados y maldades podemos recelarnos con pru-