ñor en la tierra para que rectamente ejerciten sus oficios, y no para que castiguen a los que les parece estan culpados, que hai algunos que por hacer mal y daño con capa de la justicia, a diestro y a siniestro quitan vidas, honras y haciendas, y por no hacer bien a los que lo merecen por sus servicios, por su trabajo y desvelo, reparten los premios y los oficios a sus criados, a sus allegados y deudos. Estos no serán ánjeles ni ministros de Dios ni de S. R. M., porque estan ocupados en diferentes acciones de las que pertenecen a sus oficios, comiendo y bebiendo deleitosamente, sin atender a las incomodidades, trabajos y desdichas que padecen los pobres soldados beneméritos, que no tienen un pan que comer, ni a quien poder volver los ojos. Y a estos que se desvían y apartan del verdadero camino de gobernar, atendiendo solo a su quietud y descanso y a sus conveniencias propias, los maldice y amenaza Dios por el profeta Exequiel: jai de vosotros, pastores de Israel (dice), los que solo atendeis a vuestro regalo, y a manteneros y sustentaros! ¿no sabeis que los rebaños o piaras de ganados han de ser apacentados y celados de sus pastores? y vosotros tan solamente cuidais de sacar la leche para comerla, la lana para aprovecharos de ella, y lo mas pingüe y gustoso para vuestro sustento lo degollais? y mi rebaño no está mantenido ni apacentado? Veisme aquí (dice Dios) sobre los pastores, a quienes tomaré estrecha cuenta de mi rebaño, y le buscaré cuidadoso, y haré que no prosigan con su pastoral ejercicio (esto es, les quitaré el mando y el dominio), para que no se ocupen en regalarse con él y apacentarse a sí mesmos con la leche que sacan, con la lana que visten, y la carne que comen; que hai muchos pastores que solo cuidan de apacentar el ganado que les es de mas provecho y utilidad (esto es, fomentando los príncipes superiores a los ricos y poderosos, de quienes pueden tener sus mayores logros y intereses, y dejan olvidados a los pobres humildes, sin que jamas lleguen a ser defendidos ni amparados de sus pastores, de la mesma suerte que los corderillos, que por no tener de ellos ningun provecho, los desamparan y exponen a los riesgos del tiempo y a los peligros de inhumanas fieras). Por esto notó un moderno docto, que Cristo N. S. encargó a su vicario y sucesor San Pedro con repetidas voces, por San Juan, el cuidado y la guardia de los corderos ántes que el de las ovejas, porque solo una vez se las encarga, dando a entender que el buen pastor ha de atender mas a la guardia y custodia de los corderos, de quienes no tiene ni goza de fruto alguno, que a la de las ovejas, que con ventajas dan lo que habemos dicho; que en estas son representados los ricos y poderosos que tienen que dar y que ofrecer, y en los otros los pobres humildes y necesitados, que es antiguo achaque en los humanos aplicar el poder a los que pueden, y las dádivas y dones a los mas sobrados, como los oficios en las Indias, que siempre estan en ellos los que tienen caudal y estan sobrados, y el pobre siempre será pobre aunque tenga muchos méritos, porque no hai quien se acuerde del que lo es y está necesitado y de todo bien destituido. ¡Qué escojido decir de un poeta sobre lo dicho!
