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NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

IOTECA AMERICANA CA NACION JOSE PUR MEDINA"

NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN. tendieron sillas y los mejores lugares, y un lisonjero que pretendió perturbar sus disinios, adonde se hallan tantos tribunales, tantas audiencias y consejos, sin la asistencia de su Rei y señor como universal cabeza que les vaya a la mano en sus acciones, ¿qué se podrá presumir que puede haber, sino son muchos imitadores de Judas, varios ambiciosos de sillas, y algunos lisonjeros contemplativos, a quienes con aspereza y rigor deben apartarlos de su real presencia, diciéndoles lo que Cristo a Pedro: vete, Satanás, de aquí, que me has escandalizado grandemente? De mucha importancia será sin duda la asistencia personal de los reyes, príncipes y señores absolutos en sus audiencias, tribunales y reales consejos (aunque fuera de mayor conveniencia a nuestra real corona que no hubiesen tantos), para que la justicia y la razon tuviese el primer lugar en sus acuerdos, y tambien para que los que con ventajas han servido y trabajado en el real servicio, fuesen aventajados en los premios, y bien examinados asímismo los informes siniestros que con dineros hacen los que han sido ménos dignos. Y esto acontece de ordinario en los consejos y audiencias adonde falta la luz del sol universal de nuestra monarquía, cuyos lucientes rayos destierran las nieblas mas obscuras que nos cercan, y esclarecen los rincones mas ocultos, dando calor y abrigo a los necesitados y mas pobres; y al contrario, acarrea grandes daños y menoscabos a las repúblicas y reinos tan remotos como Chille, la falta de la real presencia de nuestro Rei y señor natural, porque aunque sean mui justificados sus consejos, sus audiencias y tribunales, no deja de causar en los ministros altiveces con los humildes, omisiones tal vez en la justicia, y dilaciones en ella, con ocio y con descuido en sus oficios, por faltar a estos miembros la principal cabeza que los rija, como se verificó en los del colejio apostólico y escojido de Cristo N. S. El coronista San Márcos nos refiere, que cuando este divino Señor se apareció a sus discípulos a los tres dias resucitado, los halló comiendo y bebiendo con todo regalo, quietud y sosiego: y esto dice Theophilato, Eutimio y otros, que sucedió el mesmo dia que resucitó nuestro amado Redemptor. Y entra aquí la ponderacion de San Pedro Crisólogo con su acostumbrado y agudo decir: maravillosa cosa es ver (dice este santo), la tierra temblando, turbado el infierno, rotos los peñascos, abiertos los sepulcros, fujitivo el sol, el dia sepultado, y todo el mundo hecho un cáos de confusion y tinieblas, haciendo todas las criaturas tan tristes demostraciones y lamentables exequias, esten en esta ocasion los discípulos de Cristo comiendo y bebiendo juntos deleitosa y regaladamente. Mirad cómo los halla: descuidados, ociosos y entretenidos en festejos y regalados banquetes. ¿Qué pensais que es la causa (dice este santo) de semejante descuido y conocido olvido en los apóstoles santos? la ausencia de tres dias de su querido Maestro, el haberles faltado tan poco tiempo su príncipe y su cabeza. Pues a nuestro intento ahora: si el ausencia de tan pocos dias, en