paillenotech AL 49.65. B 509) zol oh clu NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN. Teme mihi stadium, vitæ quoque crimina demes. Si quieres no calumniar Las culpas que estan en mí, El estudio que adquirí Puedes primero borrar, Que así podrás remediar El disgusto que te dí. 409 obnio 18LLAD meibiong fro BOCKO El demasiado saber suele dañar de ordinario, y esto sobresale mas en los jueces y señores grandes, que con sus autoridades fácilmente son dueños de la justicia para darla a quien se les antoja, y son peores que los no tan sabidos, como lo notó Jeremías, cuyas razones se dirán en el capítulo siguiente para prueba de lo dicho.
CAPITULO XXXIII.
sel pap quier chole the shar odsasv jetrom En que se manifiesta y prueba ser peores los grandes que los chicos, los maestros que los discípulos, los señores que los criados, y que la soberbia atropella todas las virtudes. Mandó Dios al profeta Jeremías, que rodease la ciudad de Jerusalem y buscase alguno que encaminase sus pasos por la senda verdadera de la justicia, que así le tendria propicio y favorable; y despues de haber corrido y escudriñado todos los barrios y rincones de oficiales y de la jente humilde y comun plebe, y no habiendo podido descubrir ni hallar lo que buscaba, los dísculpó diciendo: puede ser que estos pobres ignorantes solo sean los que estan ajenos del conocimiento de su verdadero Dios; vamos discurriendo por los tribunales y consejos (dice el profeta), adonde estan los letrados, los maguates y maestros, que sabrán mas bien acudir a la obligacion que tienen de reconocer y estimar los beneficios recebidos de mano del Señor. Corriólo todo sin dejar calle ni casa, así eclesiástica como secular, y no pudiendo hallar un solo justo, prorumpió su pesar y dolor con estas palabras: ¡ai! (dijo lastimado el profeta), que ha llegado la desdicha de mi pueblo a tal estado, que son peores los grandes que los chicos, los doctores que los ignorantes, los maestros que los discípulos. En cuyo lugar dijo San Gerónimo: a los que juzgaba por maestros (dice hablando por Jeremías), los he hallado peores y mas ignorantes que los discípulos; y cuanto mayor es la autoridad y grandeza, a ese peso es la maldad y la insolencia de los pastores y superiores, porque son soberbios y presumidos con lo poco que saben; que aunque el doctor de las jentes dijo, que era conveniente y justo que el prelado y el obispo fuese sabio, prudente y docto, en otra parte enseña que esta sabiduría ha de estar acompañada con humildad de discípulo; que así explicó este lugar San Agustin, diciendo, que en el obispo se ha de amar y hacer estimacion no tan solo de que sepa doctamente enseñar como maestro, sino tambien que con
