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HISTORIADORES DE CHILE.

humildad quiera como discípulo ser enseñado. ¿Hai algun doctor o licenciado que presuma ser discípulo? no por cierto, y esta debe de ser la causa sin duda de que nuestros reinos y provincias caminen tan a rienda suelta a su precipicio y al último fin que aguardan, por ser (como dice el profeta) peores los prelados, príncipes y superiores, que los súbditos; los sábios y letrados, mas ignorantes que los legos; pues experimentamos los castigos y plagas insinuadas en el mesmo capítulo de Jeremías. Y lo mas sensible es el carecer del favor y proteccion de nuestro Dios y Señor, que nos dice, que cómo ha de poder propiciar nuestras acciones, si por nuestras insolentes obras no merecemos su favor y ayuda. Bien claro se manifiesta y se conoce que Dios N. S. no es propicio a nuestras fronteras, cuando las ruinas y adversas suertes se alcanzan las unas a las otras, con muertes y estragos de cuantioso número de capitanes y soldados del ejército, por nuestros delitos y pecados pory que las letras y sabiduría mal usada sirven tambien de ponzoña y de mortal veneno a este desdichado reino y a sus repúblicas; porque por la mayor parte se orijinan y nacen de ellas hinchazones con soberbia y altiveces con presumpcion vana, pareciéndoles a algunos que su ciencia y sabiduría no la alcanzan otros. Y de estos son de los duele que se lastima el profeta Isaías diciendo: jai de los que presumen que todo se lo saben y para consigo mesmo son prudentes! que solo lo sabrán ser los que se sujetaren al consejo del doctor de las jentes, que dice, que ninguno se engañe con vana presumpcion de sabio en este siglo, que para ver de serlo alguno se ha de considerar necio y ignorante. ¿Habrá quién de los letrados de este mundo quiera parecerlo y arrimarse al consejo del doctor de la jentes? claro está que sí, que entre tantos científicos varones habrá muchos que sepan usar de las letras y del estudio que han adquirido, con la justificacion que se debe, con humildad y rendimiento al que todo lo comunica, para que en ellos sea virtud esclarecida lo que en otros es vicio ponzoñoso, con presumpciones vanas y altivas hinchazones, que son las que acompañan a los mas sabios y doctos. Podré conseguir con certidumbre asegurar esta verdad consA tante. olgan A este reino de Chille han venido diversos jueces visitadores, y con opinion algunos de la casta vestidura y gala virjinal estar cubiertos, y entre estos ha habido quienes se hayan pagado tanto de sus opiniones y letras, que han atropellado leyes conocidas y con altiva soberbia barajado con menosprecio a capitanes del ejército, sin atender a méritos ni personales servicios, por parecerles que se oponian a sus acciones, o porque como a dioses no les hincaban las rodillas. Pues ¿de qué le sirve a este letrado o letrados el ser doctos, sabios y estudiosos, y adornados de otras virtudes, si les falta la humildad, y les tiene la soberbia y altivez sujetas las potencias y sentidos? Con que impo mui poco sus virtudes, por ser tan poderoso contrario y enemigo, que los vence y sujeta fácilmente, como lo sintió San Bernardo,