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NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

varme a casa de Tureupillan, adonde me aguardaba Molbunante para que respondiese al gobernador con toda brevedad, porque quedó de estar con la respuesta dentro de diez dias, y que se habian pasado ya los cuatro. A que respondió Quilalebo, que le parecia mui bien que abreviásemos con nuestro viaje, que él tambien nos habia de acompañar por el amor que me tenia, y por la obligacion en que estaba, de entregarme al cacique Tureupillan, con cuyo permiso y buena voluntad habia asistido en su casa y acompañádole algunos dias. Hizo al punto que trujiesen cabalgaduras para él, para un hijo suyo y para mí, y habiéndolas traido el criado con toda presteza, montamos en ellas y cojimos el camino en la mano. Dejo por abreviar la despedida de todo aquel concurso, que suspendiendo el canto y los tambores, llegaban a abrazarme y a despedirse algunos de mí tan tiernamente, que a veces perturbaban el gozo que tenia con las esperanzas que llevaba, de ir con brevedad a ojos de mi amado padre. Principalmente, cuando llegó la española mujer de Quilalebo y su hija a echarme los brazos, que como la una para suegra y la otra para esposa en profecía estaban dedicadas, mostraron sentimientos mui del alma, con promesas de ir a verme a casa de Tureupillan ántes que me despachasen a los mios.

CAPITULO XXXVI.

De como llegamos a casa de Tureupillan; adonde hallamos al mensajero Molbunante, y aquella noche hubo grande banquete, y dispusimos responder al gobernador y señalar el tiempo en que me habian de llevar; de como son estos bárbaros mas caritativos con sus deudos y parientes que nosotros, y de algunos morales al intento. any of guineut SomopaSibney combat Poco ántes de ponerse el sol llegamos a la casa del cacique Tureupillan, habiendo caminado cerca de tres leguas, que habia de distancia de la una parte a la otra; fuimos mui bien recibidos y festejados aquella noche con espléndido banquete y mucha chicha de diferentes jéneros, que como rico y poderoso este cacique mi huésped, siempre estaba su casa proveida de lo necesario para semejantes ocasiones. Hízome el mensajero Molbunante grandes agasajos y trató de que la respuesta y su despacho quedase aquella noche hecho; consultóse entre todos lo que al gobernador habia yo de responder, y el tiempo en que Taigüelgüeno, que era el principal para mi rescate (cuñado del Molbunante), y Licanante, sobrino de Paylamacho, y otro habian de estar en el fuerte del Nacimiento, para que luego que el mensajero volviese con respuesta, me llevasen con toda puntualidad y cuidado; escrebi aquella noche agradeciendo al goberuador su desvelo y solicitud en haber procurado con esfuerzo y conato mi libertad y rescate, y que esperaba en su divina Majestad, mediante sus buenas dilijencias, que en volviendo el mensajero y trayendo razon de que los prisioneros quedaban en el Nacimiento, iria sin duda a ojos de su señoría a gozar mas de cerca de sus honras y favores, y agradecer humilde sus acciones, echándome a sus piés, como lo esperaba.