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NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

mas cercano; y si algun desdichado cautivo aventura su vida por librarse, como lo han hecho algunos huyéndose de sus amos, ¿qué agasajo ni acojida buena hallan entre nosotros? Yo diré lo que he visto y experimentado: en ocasiones se han venido huyendo a todo riesgo expuestos muchos que del camino por ásperas montañas, a pié descalzo y sin tener que comer otra cosa que raices del campo, llegaron medio vivos, o por mejor decir, mui casi muertos a la presencia del gobernador y nobles ciudadanos; y a estos los ví pasearse, mas de dos meses, por entre ricos vecinos moradores y bien hacendados mercaderes de la suerte que salieron del cautiverio, y con el traje de indio que sacaron, que era una frezadilla vieja y sobre sus carnes unos calzones de manta, abiertos y aventanados ya a poder del tiempo, descalzos de pié y pierna, sin camisa y sin sombrero, sin haber persona alguna que se lastimase de verlos de esta suerte, ni quien les diese un capotillo viejó, ni unos calzones; cuando en otros tiempos la caridad cristiana los vestia y al instante los mudaba del vil traje que traian. Y lo mas que llegaban a sentir algunos grandemente, era el obligarles con apremio a que volviesen a asentar las plazas de soldados, desterrando y prendiendo a los que hacian alguna repugnancia; con que, sabido este rigor entre los cautivos, hai mui pocos que quieran salir de la servidumbre de estos bárbaros, aventurando patentemente sus vidas, porque a todos los que alcanzan fujitivos, sin remision alguna se las quitan. Este es el afecto caritativo que se acostumbraba en el tiempo de mayores trabajos y necesidades que ha padecido Chile; que parece que los que no perdieron sus haciendas ni caudales, se hallaban con mayor cudicia anhelando a tener inhumanos logros con los pobres. ¿No es suficiente causa entre las otras, para que podamos colejir prudentes, que es el fundamento de dilatadas guerras, y de la continuacion de tan adversos subcesos como en nuestro daño se van experimentando cada dia? No me parece habrá quien tal ignore, faltando la caridad en nuestros corazones, que es la que los une a nuestro Dios y Señor, como lo dijo San Agustin: la caridad es virtud que nos hace unos con Dios, con la cual le amamos. Luego, adonde esta virtud no resplandece, no habrá conformidad con Dios ninguna, aunque parezca asistirle otras virtudes, por ser ésta la especial y mayor entre las demas, por las razones del doctor anjélico, que podrá ver el curioso mas despacio adonde acaba con estas por eso la caridad es mas excelente que la fee y la esperanza, y por lo consiguiente, que todas las demas virtudes. Y para ejemplo y norma de superiores cristianos y legales ministros, y aun para todos los que tenemos verdadera luz del Supremo Hacedor, le tendrémos en el caritativo afecto que manifestó aquel gran capitan y escojido jeneral de Dios Gedeon. is Aparécele un ánjel sobre una encina, olmo, o terebinto, segun la variedad de intérpretes, que no hace a nuestro intento, y dícele: esforzado mancebo entre todos los varones, Dios está contigo; y ¿qué responde al ánjel el valeroso jóven? Si Dios está con nosotros, ¿por qué nos sucede