superiores ondas detendrán su curso, y temerosas reprimirán su orgullo, y quedarán paradas y suspensas. SEDICTO Admírase aquí San Pedro Crisólogo, y pregunta la causa o fundamento que tuvo el Jordan para hacer tan rendida reverencia a la vista del arca, y no haber hecho ninguna en la presencia de la Santísima Trinidad, que en el bautismo de Cristo S. N. se hallaron las tres divinas personas, como lo refiere San Matheo: Cristo Jhs., que se bautizaba, el Spíritu Santo, en forma y figura de paloma, y el Padre Eterno, que a voces publica ser su amado Hijo. itens e La respuesta que da San Pedro Crisólogo, juzgo que en otra parte de este libro queda referida; en que nos da a entender, que los que bien sirven o han servido a su rei y a su señor, pueden pasar por delante, sin recelo ni embarazo alguno, como lo hicieron las aguas del Jordan, por haber servido a Cristo nuestro bien en su bauptismo; con que podrán pasar y parecer los vasallos de S. M. que le han servido y derramado su sangre en su presencia con esperanzas grandes de ser remunerados, y sus súplicas y pretensiones bien despachadas, porque de no concederles lo que necesitados piden, es ponerles en el rostro los colores y hacerles que suden sangre. odredbahingotuos plinsino) Diólo así a entender J. C. nuestro Redemptor en sus pesadas agonías, cuando en sus repetidas oraciones pidió a su Eterno Padre pasase aquel amargo cáliz esperado, o le excusase dél, y no habiéndole concedido la peticion sudó sangre, como lo refiere el glorioso coronista San Lúcas; así les sucederá a algunos pobres beneméritos que no alcanzan lo que piden. Vamos ahora al intento, y a lo que yo en este lugar he discurrido. El Rei universal de lo criado, maestro que enseña y nos industria ser nuestro camino y nuestra guia, se preció siempre, y le obstentó piadoso [sic], y como la mejor doctrina y licion mas cierta es el de el ejemplo, nos le quiso dar en esta ocasion, en especial a los reyes, príncipes y señores que gobiernan; dándoles a entender, que es mas conveniente y necesario, para que la justicia, la lei y la razon tengan su lugar y conocido asiento, que hagan que los ministros que los asisten sean mas temidos, mas respetados y mas obedecidos que sus propias personas; y así permitió Cristo nuestro bien que el Jordan respetase humilde y se encojiese temeroso en la presencia del arca y de sus ministros que la llevaban, ántes que a su propia persona ni a la Santísima Trinidad hiciese otro tanto. Grande ejemplo y doctrina para los superiores que gobiernan con absoluta mano y potestad, que no saben comunicar sus autoridades a los ministros que crian. 999 0e9 aunoh San Basilio de Seleucia, sobre el lugar del tercero libro de los Reyes, en que el profeta Elías negó a la tierra sus rocíos, hablando en su nombre dijo estas palabras: a este maligno pueblo me has enviado por maestro (le dice a Dios), y de esta multitud impía doctor me has constituido: es forzoso que me dés tambien dominio y mando para reprehenderlos y castigarlos. Aquí dijo nuestro arzobispo Villarroel, que era necesario y conveniente que el que hacia o criaba un ministro,
