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HISTORIADORES DE CHILE.

que el compañero que trae, dice que viene de parte de Maulican, téngolo por falso, pues tampoco toma en la boca a Molbunante ni el trato que con él se hizo; con que juzgo que su embajada es falsa y sin fundamento, así por lo que os he referido, como por no conocerlo ni haberlo visto jamas en casa de Maulican, de quien dice que es dendo o pariente. Todas estas contradicciones hallo en las razones de estos mensajeros; de mas de que mi corazon es mui leal y hace grande repugnancia a este viaje, que os ruego con todo esfuerzo lo eviteis tradigais, si pretendeis darme gusto como mis amigos que sois y mi y conamparo. Despues de haber oido con atencion mi propuesta, se estuvieron mirando el uno al otro, y dijeron reducidos: Mupicha, que quiere decir tiene mucha razon el capitan y nos ha advertido mui bien, cuando nosotros no habíamos hecho tal reparo; con que dirémos a los mensajeros que repugnais el ir con ellos por las causas que nos habeis propuesto, y que por habernos parecido ajustadas a la razon y a lo que es conveniente, habemos determinado que no vais con ellos, hasta que Mollbunante, vuestro embajador y nuevo dueño de vuestra persona, disponga lo que le pareciere. Conformáronse los dos viejos en despachar a los mensajeros con esta última resolucion, de que les rendí las gracias con semblante alegre y obsequiosas razones. Caminamos luego para el rancho, adonde estaban los embajadores aguardando con los caballos ensillados, deseando ya abreviar con su viaje, y llevarme por delante; mas los buenos viejos con grande sosiego y reposo, luego que llegaron a su presencia, les dijeron, que almorzasen un bocado y una cántara de chicha, porque no se fuesen en ayunas; y aunque repugnaron el envite, llevados mas del respeto y cortesía que se tienen, se asentaron con los viejos, y sacaron para todos de almorzar y de beber, y despues de habernos brindado los unos a los otros, tomó Tureupillan la mano, a quien de Maulican Molbunante y mis dueños habia quedado encomendado, y dijo a los dolosos mensajeros lo siguiente: Con vuestra venida y embajada tuvimos al principio sumo gusto y estuvimos resueltos de que el capitan pichi Alvaro (que quiere decir Alvaro pequeño) fuese en vuestra compañía, en conformidad de lo que nos habiais propuesto, por parecernos le hacíamos algun servicio y buena conveniencia; y consultado con él nuestro dictámen, se ha resuelto a no seguiros por causas que le mueven para ello, que habiéndonoslas dicho y comunicado, nos ha parecido su repugnancia justa y conveniente. Pues ¿qué razones halla el capitan (dijo el mensajero) para no ir a casa de su amo, cuando por su parte viene mi compañero? El dirá (respondió Tureupillan) las causas que le mueven para ello, y las que nos ha significado, que son justas, y podrá mas bien que pudiéramos nosotros. Yo me holgaré de escucharlas (respondió el mensajero) para llevar en el alma sus palabras; y esto fué mostrándose sentido grandemente, y aun como enfadado dijo las razones, con que parece que me