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NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

una tan sola fanega de trigo o harina al comun de tantos pobres y de tantos miserables desvalidos, ni aun para los soldados del ejército que estan en estas fronteras perdiendo a cada paso las vidas, por defender y resguardar a los que con sosiego y sobrada comodidad estan gozando de sus haciendas y casas. Bien creo yo que no ha sido por falta de jenerosos caballeros y magnánimos ciudadanos, que me consta que hai muchos en aquella ciudad noble de Santiago que han servido a S. M. personalmente y con la hacienda que han podido; y algunos se han ausentado con levas de soldados a su costa para el real ejército. Y si en esta ocasion no han correspondido a la obligacion en que les puso esta pequeña ciudad de la Concepcion con lo que pudo, no me persuadiré jamas a que haya sido falta de voluntad, ni cortedad de ánimo, porque quienes saben gastar en unos regocijos y festejos los cuatro y cinco mill patacones, los que ménos, mas bien los emplearian en obras piadosas y de mayor reputacion y crédito. Inadvertencia sí habrá sido de los que gobiernan, que a estos asistió un don Martin de Mojica, como queda advertido, y a estos otros les faltó aquel fervoroso celo, aquel caritativo ardor que acompañaba a sus esclarecidas prendas y virtudes, que pudiéramos decir dél que fué justo y santo. Bien creo que me dirán algunos que me adelanto mucho en las alabanzas de este caballero, porque para ser justo y santo alguno ha de estar mui libre de afectos humanos y aun ajeno de las mas leves imperfecciones, y dirán tambien, que fueron conocidas y aun públicas algunas frajilidades humanas que le acompañaron; a que responderé con el Abulense, y diré lo mismo que dijo del santo profeta rei, habiéndole canonizado el Spíritu Santo con estas palabras, hablando de Abias, nieto suyo: el corazon de Abias no era tan perfecto para con su Dios y Señor, como el de David, su padre; sobre cuyo lugar reparó el Tostado en las palabras que canonizaron a David, diciendo, que su corazon y alma fué perfecta y pura ante los ojos de Dios; y sabemos que pecó escandalosamente y con publicidad, que el sagrado texto manifiesta el adulterio de Bethsabé, el homicidio de Urias, la vanagloria de munerar el pueblo, y otras imperfecciones que son patentes en las sagradas letras; a que responde el Abulense: ¿sabeis en qué estuvo (dice) la santidad y perfeccion de David? en el cuidado y solicitud que puso siempre en que nuestro Dios y Señor fuese bien servido, y en el celo ardiente que tuvo de la veneracion de su culto, y con esto enterró sus defectos, y los hizo borrar de la memoria. Así podremos decir de este caballero don Martin de Mojica, cuando sabemos cuán celoso era del culto divino, la sumision y reverencia con que miraba las cosas sagradas, la pesadumbre le causaban los desaliños y poca limpieza de las capillas y parroquias de los pueblos de los indios; pues pasando por algunas de ellas, estando los ornamentos maltratados, rotos y deslucidos, mandó dar a todas las capillas de las doctrinas nuevos ornamentos, y algunos a su costa, porque el sacrificio de la misa se celeb rase con la debida decencia, y los demas sacramentos se administrasen de la mesma suerque