Página:Cautiverio feliz, y razón de las guerras dilatadas de Chile.pdf/468

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
454
HISTORIADORES DE CHILE.

me sus halagos, ni prevaricarme sus razones. Y así, capitan amigo, nunca hagais tanto aprecio de lo que hablan las mujeres, porque jamas les ha de faltar qué decir, aunque sea de sí mesmas. Oidas las razones de mi amigo y viejo huésped, hallándome indigno de tantos favores, dije lo que la peregrina viuda a Booz con rendido agradecimiento: ¿de adónde me ha venido a mí forastera y pobre tanto bien? en cuyo lugar dijo el ilustrísimo Villarroel, que usó de esta modestia Ruth porque por peregrina y pobre juzgó no ser merecedora de tantos favores; así me juzgaba yo ausente de la patria y ajeno de mis bienes, cautivo y miserable, que entónces son mas de agradecer los beneficios, y mas dignos de esculpir en la memoria los favores; y así a mi defensor y dueño respondí lo que a Caro el natural poeta: 80Tila on 70g obla other omb BRODEGE BALT Sum quoque, Care, tuis defensus viribus absens: Seis Carum veri nominis esse loco. Ausente y desterrado, Con vuestro esfuerzo estoi bien amparado; Y así, Caro, has sabido Ser de todos amado y bien querido, En el lugar primero Del nombre de amistad mas verdadero. dan. BCTIFFION STAT 100 1 BIORNATAER Mucho me habeis consolado (proseguí con mis razones), Tureupillan amigo, con vuestras palabras tan corteses como amorosas, tan discretas como prudentes, y tan ciertas como verdaderas; solo una cosa os quiero preguntar, que no sé qué jénero de mujeres son las impertinentes que dijisteis habia entre las que gobernábais. Yo os lo diré, capitan (me respondió el anciano): esas impertinentes son unas mujeres que solo sirven de mayor enfado, de mayor tormento y pesadumbre a los hombres cuerdos y apacibles, porque sin razon ni fundamento las veréis siempre con ceño y pidiendo celos de lo que no ven, ni han visto, armando caramillos con las de casa, disensiones y pleitos con las de afuera; si sus maridos son alegres y joviales, y a lo burlesco parlan con algunas, es para levantar treinta quimeras; si salen fuera de ordinario, que por qué salieron, y adónde encaminaron sus pisadas; si en casa son continuos y asistentes, que por qué son caseros y poltrones: finalmente no hai accion que no la emulen, ni paso bueno o malo que no midan. De esta calidad son las que llamo impertinentes: mirad si con justo título tienen este nombre merecido. RIN ¿Es posible, Tureupillan (respondí admirado) que haya tales mujeres, y quién con prudencia quiera y pueda sufrir sus locuras? Ahí vereis, capitan (me dijo mi amigo), lo que padecen y sufren los que quieren tener muchas mujeres, que es forzoso que tengan várias condiciones, y con todas es bien acomodarnos, porque las malas nos sirven, las buenas nos consuelan, y las unas y las otras nos visten, nos sustentan y regalan; pero, verdaderamente, despues que tuve mas maduro el juicio, y fuí reconociendo que la muchedumbre de mujeres en una casa era una con-