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HISTORIADORES DE CHILE.

él quedamos todos. Si cada uno tratase de lo que es su profesion, y no quisiese ser capitan ni alférez el arador grosero, gobernador y presidente el marinero zafio, y el humilde pastor piloto de una nave, no se vieran trocados los efectos de la guerra, ni los gobiernos políticos ajados, ni tan apretada nuestra monarquía. Navita de ventis, de tauris narret arator, Enumeret miles vulnera, pastor oves. Los marineros traten y el piloto De lo que está a su cargo, y de los vientos; El labrador rejistre si está roto El arado, y los bueyes sin alientos; El soldado descubra el pecho roto Y cuente sus heridas y portentos; El pastor apaciente su ganado; Que así estará todo concertado. Acuda cada uno a lo que le toca, sin entremeterse los unos ni los otros en lo que no entienden, ni las mujeres gobiernen desde sus fogones (como dijo el viejo) a los maridos, de que se han orijinado las pasadas razones; solicite esta el gobierno de la casa solamente, no se entremeta en negocios de la plaza, ni en las disposiciones de la guerra, que esa es pertenencia de varones; que así lo dijo Virjilio a la prelada o guardiana del templo del dios Jano: Cura tibi divum effigies ac templa tueri; Bella viri pacemque gerant. De los santos ten cuidado Y de los templos tambien, Que ese oficio te está dado; Y deja la guerra a quien Le toca como soldado.

CAPITULO VIII.

En que se prosiguen y se ponderan las razones del anciano, y se saca cuán perjudicial sea sujetarse a los halagos de las mujeres mal encaminadas, y se alaban las buenas. -Varios discursos y abundantes de autoridades sacras pudiera hacer sobre la materia, y encaminados a las ponderativas razones de nuestro prudente anciano, discreto y sabio; solo repetiré las dos últimas que dijo, que verdaderamente son para volver sobre ellas y con atencion contemplarlas. Alabándole yo la mujer moza que tenia, de compuesta, humilde y trabajadora, dijo el viejo: es hija de buen padre y de buena madre, que desde niña la enseñaron a estar recojida y no ociosa. ¡Qué buena doctrins para las madres que se precian de que sus hijas traten solamente de damas, de pulidas, decidoras y ventaneras, sin saber lo que