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NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

SERONTROTA NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN. 479 Dios favor y vanté los spíritus al cielo, y despues de haber orado y pedido a nuestro ayuda para librarme de aquel empeño y trance en que me hallaba, acabé con las palabras del rei profeta: lapártense, Señor, de sus malos pensamientos o caigan de sus perversas intenciones los que me persiguen y atribulan, y segun sus muchas impiedades júzgalos, Señor, apártalos y échalos de mí con fuerza, porque a tí te han irritado y dado enojos; y los que esperamos en tu grandeza, tengamos colmado gusto por medio de la Reina de los ánjeles, María Señora nuestra, a quien pongo por intercesora, como a madre de piedad y de suma misericordia; de quien dijo Ricardo Victoriano, sobre el lugar de los cantares, estas siguientes palabras, hablando con la Vírjen Santísima: de tal manera estan llenos de piedad tus sagrados pechos, que luego que tocas con las manos, o llegan a tu presencia nuestras desdichas, trabajos y miserias, vierten sobre nosotros leche suavísima de tu misericordia; y no puedes (Señora) llegar a saber o tener noticia de nuestras tribulaciones, cuando al punto no estés con nosotros para socorrerlas. Mas ¿de qué tenemos que maravillarnos (prosigue Ricardo) si abundas en piedad y misericordia? Cristo Señor nuestro mamó tus carnales pechos para que por tí corriesen sus spirituales gracias y dones para nosotros. ¡Oh Reina de cielos y tierra (dice el doctor Mendoza)! oh Vírjen sacratísima, Madre del eterno Dios omnipotente! que adonde hallas y encuentras nuestras miserias y desdichas, allí derramas a manos llenas tus misericordias. por de Acabé mi oracion con las palabras de Hugo Victorino, diciendo: ¡Oh toda hermosa, oh toda pura, limpia y sin ninguna mácula dentro y por de fuera, cándida, blanca y resplandeciente, y por entrambas partes bien compuesta, rubicunda y encendida por la caridad inmensa que te asiste, cándida y resplandeciente por la castidad y pureza, compuesta por la humildad tan grande que tuviste, pues ella fué bastante a sublimarte y engrandecerte, que mereciste ser madre del eterno Verbol todo cuanto hai en tí, divina Señora, es hermoso, sin que haya en tí cosa maculada; en todo eres agraciada, agradable y agradecida, y en nada ingrata; en todo agradas, consuelas y das gusto, y en nada desplaces. Todas son razones de Hugo sobre el lugar de los cantares: Tota pulchra es, amica mea, c. 4, n. 7, de cuyas palabras me valí, y dí fin a mis deprecaciones con el epigrama siguiente: Sunt pulchræ sylvæ, sunt pulchra et litora, pulchrum Est pratum, in viridi gramina pulchra solo, EVAL Sunt pulchræ gemmæ, sunt astra et sidera pulchra, Sunt pulchri flores, est quoque pulchra dies; Pulchrior es sylvis, Pia Virgo, litore, prato, Gramine, gemma, astris, sidere, flore, die. Son las selvas hermosas, Hermosos son los prados y riberas, Y las flores vistosas Hermosísimas son, en primaveras;