Página:Cautiverio feliz, y razón de las guerras dilatadas de Chile.pdf/507

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
493
NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

de noche. Mi camarada Quilalebo dispuso todo lo que habíamos de llevar para nuestro regalo, y me ensilló el caballo de camino que para mi viaje habia traido; y como no acostumbran mas carga que las gurupas, en breve espacio se dispuso todo. Llegué a despedirme de las mujeres de mi huésped, y de la española y de su hija, que mientras ensillaban los caballos, se habian entrado al rancho, y la española mujer de Quilalebo a sacar nuestro matalotaje, y encontrando con ellas en medio de la casa, las dije, que se quedasen con Dios, que ya se habia llegado el plazo de mi partida, y que mirasen lo que me mandaban y lo que se les ofrecia de su gusto. Con estas razones, que pronuncié con alguna ternura, respondieron las viejas lastimadas con lágrimas en los ojos, y ayes y suspiros en los labios, diciendo: ail ail que se nos va nuestro capitan y compañero; a cuya imitacion las demas muchachas, principalmente la mestiza con los muchachos mis amigos, levantaron de punto los sollozos y voces lastimadas, de manera que me obligaron a llorar con ellas, y a decirles, que si no tuviera padre, a quien amaba tiernamente, y entre los mios no fuese tan solicitado (como lo habian visto) con tan repetidos mensajes, que tuviesen por cierto que no dejara su amada compañía, porque me habian obligado con extremo sus agasajos, sus cortesías, sus amores y regalos, a corresponderlas con voluntad y afecto. Con esto fuí abrazando a las mujeres de mi huésped Tureupillan, y a la señora y a su hija, que como las veia llorar sin medida, y a los muchachos que las imitaban, no acertaba ya a hablarlas palabra. Y volviendo el rostro para salirme afuera, me sucedió lo propio que al poeta profano en su despedida y ausencia. Ter limen tetigi (dijo); ter sum revocatus; et ipse Indulgens animo pes mihi tardus erat. al abog ogprotasm Animé como pude el corazon lastimado, y volví para dentro a despedirme de nuevo, como si no lo hubiera hecho, y de la suerte que mas adelante dice nuestro versista, volví a hablar lo que no importaba: Tres veces toqué el umbral Con los piés torpes y tardos, Y otras tantas mis cuidados Me volvieron del portal. DE Sæpe vale dicto, rursus sum multa locutus, Et quasi discedens oscula summa dedi. Despedido y saludado Con várias repeticiones, Me volvieron mis pasiones A principiar lo acabado: Hablé tan desconcertado Muchas cosas sin saber, Que no me supe entender Porque me hallaba turbado.