a ser llevado a los partidos de la Unidad Popular, yo lo haría pedazos en 10 minutos, desde el punto de vista de los principios, de la aplicación táctica y de la estrategia de la Unidad Popular.
PERIODISTA REPRESENTANTE DEL EXPRESO DE LIMA: ¿Cree usted compañero Presidente, que la participación de la mujer chilena en este proceso electoral tendrá algún cambio, en el sentido de progreso y avance de su posición frente a los problemas nacionales.
PRESIDENTE: Creo que sí. Estoy firmemente convencido que sí. Yo perdí las elecciones presidenciales del 58 y del 64 por el voto femenino, a pesar de haber sido uno de los Senadores que más firmemente trabajó por la mujer. Siempre he criticado a los jefes de los partidos políticos de la izquierda, por no haber desarrollado una gran campaña, por no haber elevado el nivel político de las mujeres, por no haber desarrollado una gran campaña haciéndole entender a la mujer que ella es la más beneficiada con un Gobierno revolucionario, que va a poner término a su explotación como trabajadora y como mujer.
El régimen capitalista es la explotación del hombre por el hombre. Dentro de esa concepción de explotación, trágica y dolorosa, no mucho más explotada es la mujer que el hombre.
En los países como el nuestro, no sólo a igualdad de trabajo hay desigualdad de salario. La capacidad jurídica de la mujer está limitada; no tiene los mismos derechos que el hombre.
Las expectativas y las posibilidades de llegar a niveles superiores de preparación técnica en nuestro país, se han abierto en un porcentaje amplio, pero para una capa social determinada.
Todavía hay mujeres que viven en una servidumbre intolerable. Las campesinas, por ejemplo. ¿Hay una institución más retrógrada que la empleada doméstica, que persiste en estos países y en este continente? ¿En qué parte de Europa existe la empleada doméstica?