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Página:Charles Darwin - Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo - Tomo II.djvu/331

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islas keeling

a algunos pies, de una vez o por grados insensibles, podemos colegir con certeza, por lo que sabemos de las condiciones favorables al crecimiento del coral, que las masas vivas bañadas por la marejada en el margen del arrecife no tardarán en ganar de nuevo la superficie. El agua, entre tanto, invadirá poco a poco la costa, haciendo que la isla sea cada vez más baja y pequeña, y, a proporción, más ancho el espacio entre el borde interior del arrecife y la playa. Las líneas punteadas de la figura dan una sección del arrecife y de la isla en ese estado, después de una sumersión de varios centenares de pies. Se supone que se han formado islítas de coral sobre el arrecife y que un barco está anclado en el canal-laguna. Dicho canal será más o menos profundo según la rapidez e importancia de la sumersión, la cantidad de sedimento en él acumulado y el desarrollo de las delicadas ramas de corales que allí puedan vivir. La sección en este caso se parece por todos conceptos a la trazada por una isla incluída en un círculo; de hecho es una sección real (en la escala de 0,517 de pulgada por milla) [1] con la que se supone cortada la isla de Bolabola, en el Pacífico. Inmediatamente podemos ver ahora por qué los arrecifes-barrera circundantes distan un tan ancho espacio de las costas situadas frente a ellos. Veremos asimismo, sin necesidad de más explicaciones, que una línea perpendicular bajada desde el borde exterior del nuevo arrecife hasta el cimiento de roca sólida que sostiene el antiguo arrecife franjeante excederá el reducido límite de profundidad en que los corales pueden vivir en tantos pies como los que la isla se ha sumergido; pero los minúsculos arquitectos habrán levantado sus grandes masas en forma de muro, mientras el conjunto se hundía sobre la masa construída por otros corales y


  1. En nuestro sistema métrico la equivalencia es de 8 mm. por kilómetro.—Nota de la edic. española.