tras en la habitacion en que se encuentra está su dueño ó algun individuo de la familia, reposa tranquilamente sin llamar la atencion, pero que prorumpe en ladridos ó aullidos tristes cuando le dejan solo por un momento. El servicio que con más frecuencia se prestan mutuamente los animales superiores consiste en avisarse el peligro, uniendo todos para ello sus sentidos. Los conejos golpean el suelo con sus patas posteriores cuando les amenaza un riesgo; los carneros y los gamos hacen lo mismo, pero con las delanteras, lanzando á la par una especie de silbido. Muchas aves y algunos mamíferos colocan centinelas, que entre las focas son las hembras, segun se asegura. El jefe de un grupo de monos es su vigilante, é indica con gritos el peligro ó la seguridad. Los animales sociables se prestan recíprocamente una infinidad de pequeños servicios; los caballos se mordiscan y las vacas se lamen unas á otras en los sitios donde experimentan alguna comezon; los monos persiguen sobre los cuerpos de otros monos los parásitos externos.
Tambien se prestan auxilios mutuamente los animales más importantes; los lobos cazan en manadas y se ayudan para atacar á sus victimas. Los pelícanos pescan juntos. Los monos hamadrias derriban las piedras buscando insectos, y cuando encuentran una demasiado grande, pónense en su alrededor todos los que se necesitan para levantarla, la vuelcan, y se reparten el botin. Los animales sociables se defienden recíprocamente. Los machos de algunos rumiantes, cuando hay peligro, se colocan al frente del rebaño, y lo defienden con sus astas. Brehm encontró en Abisinia una gran manada de babuinos que atravesaba un valle; parte de ellos habia trepado ya por la montaña, los restantes estaban aun en la llanura. Estos últimos fueron atacados por los perros, pero