Sucederá que aquellas palabras santas, leidas con infantil distraccion, quedarán por el pronto invisibles en el corazon, como los caractéres estampados com tinta simpático; pero llegada la hora de la prueba, cual un fuego abrasador, saldrán claros, netos.y enérgicas, aquellos santos textos,, mitigando las llamas que: solo habrán servido para.purificar sus almas.
Personas. hay en el mundo, de las que se cree que hacen el bien por instinto,, y ue es siuo por la virtuch de aquel génnen, puesto en sus corazones en su ninez; gérmen tan rico, y fecundo, que aunque sembra do por una mano torpe. y floja, y caido en un terreno ligero y seco, echa raices, como lo hace la yedra en una pared de piedra. ¡Y puede haber quien duda que gérmen de tal naturaleza, y que tales frutos. dá, aum sin cultivarle, sea divino!
¡Cuántos jovenes, hay que dicen al perdonar una injuria, y favorecer á un enemigo: Hago esto porque soy filósofo!—No; lo haces porque te criaste católion..
Que dicen: Huyo del fango de los vicios, parquesoy moral.—No; lo haces, porque te ciaste neli gioso..
Que dicen: He hecho. un sacrificia, me ha privada de un goce, por tal de aliviar una miseria, porque soy filantrópico.—No;, lo has hecho porque te criasta cristiano.
Esta es si sen sinceras en dar un. noble origen á sus acciones buenas, y no ocultan bajo aquellas pala bras la vanidad, el respeto humano y la hipocresía;;
