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alguien peligrase? Pero ya veo que tienen sus mercedes buen corazon y buenas entrañas, así como una señora que estuvo aquí en una ocasion. ¡Pobre ñora, que noche pasó! Bien que el caso no era para ménos. ¡Qué noche pasamos todos!

Apresuráronse Constancia y Clemencia á preguntar á Gertrudis cual era el caso á que se referia, y Gertrudis con ese afan comunicativo que tienen las gentes en general, y las ordinarias en particular en lo concerniente á lo horrible y extraordinario, sin pararse en cuán poco á propósito era el momento para referir cosas de esa naturaleza, que solo servirian para aumentar el estado agitado y sobreexcitado en que se hallaba el espíritu de las jóvenes, empezó así su relato, del que damos un extracto.

—Por el año de 34, cuando el cólera, cada cual trató de huir de los pueblos contagiados, y aislarse en el campo. La señora habia ido á una de sus haciendas, y ofreció este coto á una de sus amigas, cuyo marido estaba ausente. Vagaba en aquel entónces por estas tierras una partida de ladrones, que tan pronto se hallaban en una parte, tan pronto en otra, huyendo á Portugal cuando se veian acosados de cerca, sin que se les pudiese dar alcance: así es que tenian asustado al mundo entero por las atrocidades que de ellos se referian. Mi marido (en paz descanse) vivia con vigilancia, y las puertas de la hacienda, siempre cerradas no se abrian. Una tibia noche de otoño se habia dejado caer mas negra que el Viernes ·