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como uno malo es su castigo. Esta Reina, pues, bien criada en la enseñanza de Dios, sabia que estaba en su alto puesto para dar con su ejemplo una gran leccion á sus vasallos, y con su virtud decoro al trono y respeto á su persona. Iba á los hospitales y casas de beneficencia á vigilar por el bien de los infelices; gastaba sus rentas en grandes empresas para la prosperidad del pais que Dios le habia dado á regir, ocupando y dando por su medio pan á muchos infelices. Respetaba mucho á los Sacerdotes, al mismosiempo que encargaba. á los Obispos, los amonestasen severamente á ser los más santos de los hombres.

Asi era bendecida por todos como una Madre, y adorada como un Angel.

— Estableció esta gran Reina un premio, para aquel que en el año transcurrido hubiese hecho la mayor obra de caridad, pensando con razon que era esta una gran enseñanza práctica al alcance de todas las inteligencias.

Cuando todos se hubieron reunido y la Reina estaba como jueza en su trono, se acercó uno, y dijo que habia labrado en su pueblo un hermoso hospital para los pobres. El corazon de la Reina se llenó de gozo al oir esto, y preguntó si estaba concluido.

—Si señora, contestó el interrogado, solo falta ponerle en el frontispicio la lápida con letras de oro, que diga por quien y cuando se labró. La Reina le dió las gracias, y se presentó otro. Este dijo que habia costeado á sus espensas un cementerio en su pueblo, que 1 1