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CAPITULO VII.
El interés que Clemencia habia demostrado á Pablo y el calor con que ensalzó su accion, despertaron en D. Martin un pensamiento, que él mismo extrañó no haber tenido ántes; y era el de unir á su hija á su sobrino.
Pensó que Pablo,—á quien en el fondo queria y apreciaba, Pablo que era un Guevara, que era gran inteligente en cosas de campo, que tenia buen carácter y excelentes costumbres, Pablo que iba á ser su heredero, era el hombre indicado y más á propósito para hacer una buena suerte á su Malva—rosa.
Consideró tambien que era tiempo de pensar en poner esto por obra, en vista de que si su hermano el Abad y él llegaban á faltar, quedaría su hija sola y desamparada en los más bellos años de su vida. Lo