Página:Clemencia, novela de custumbres (1862).pdf/365

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 95 —

tas. No soy humilde; sino que, gracias al cielo, no existe la soberbia que me cegaba.

1 —Sí lo eres, y aun vas mas allá, prima, pues no solo reconoces tus faltas, sino que desprecias tus virtudes. ¿Porque has hecho un estudio tan severo en ocultar un dolor, que yo que conozco tu alma, sé que está incrustado en ella hasta la muerte?

CLEMENCIA.

—Clemencia, respondió Constancia en voz inmutada y tan queda como si á sí misma quisiese ocultar la emocion que la dominaba,—las penas que se ofrecen á Dios, se ocultan á la tierra, para que no se evapore en ella este incienso del corazon!

TOMO II. 8