Página:Clemencia, novela de custumbres (1862).pdf/460

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 190 —

tout passe, tout casse, tout lasse; y no querais hacer de la vida real un idilio ó una leyenda de Santos, sino impregnáos de las ideas y sentimientos del mundo en que vais á entrar.

—¿Qué mundo?

—El gran mundo de la sociedad de París y Lóndres, que es el único teatro en que sereis apreciada todo lo que valeis. ¿Por ventura habeis pensado vegetar siempre aqui? ¿Aquí donde no os comprenden siquicra?

—Si no me comprenden, me sienten, lo que es muy preferible, exclamó Clemencia. Si mi nunca olvidado Tio sembró en mi inteligenca flores han que florecido, tambien me dijo que era para que me hiciesen gozar, y no para lucirlas, y que era mas grato el perfume que sin procurarlo exhalaban teniéndolas ocultas. Os engañais, pues, si creeis que vegeto. ¡Oh!

¡yo vivo! vivo con el alma con y el corazon; cuanto dá de sí una existencia cumplida ¿Acaso, Sir George, llamais vida al ruido, á la vanidad, al bullicio! Y si es así, ¿cómo es que la huis? será que no os satisfacevivo con 1 —No llamo vida á lo que pensais, Clemencia; llamo vida á la que disfrutaréis en el elevado círculo de admiracion, simpatía y rendimiento que os formarán superiores inteligencias y encumbrados personajes, cuando en su alta esfera os hallen, y seais miembro de su jerarquía.

—No apetezco esa vida, Sir George, y os aseguro