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—La lectura bien dirigida, prima, sirve para poner cada cosa en su lugar, y desterrando una necia vanidad dar á las personas el decoro y dignidad que les son propias. Además, el pan de mi boda, añadió Clemencia con íntima satisfaccion, es el que se fabrica diariamente en gran cantidad en casa para nosotros, para los criados y dependientes de la casa y para los pobres, y cada año Dios renueva las cosechas; asi pienso que durará mucho, Alegría.

Sara repuso esta con enfática ironía, Dios te dé veinte Jacobs, los años de vida de tu Abraham que al otro, y te libre de una Agar.

—No te deseo que seas feliz, le dijo Constancia, pues sé que lo serás cuanto es dable serlo en este mundo, puesto que has hecho tu pasado tan bueno y tan santo, como te has sabido preparar tu porvenir. Tu conciencia y tus esperanzas, ambas puras y santas, te sonrien á un tiempo; así, solo pido á Dios prolongue una felicidad que debe serle grata.

— 1 —¡Eh! dijo Alegría, con este parabien místico y laudatorio no necesitas más epitalamio. Váyase Apolo con su murga á freir monas al Parnaso. que aquí se está por el monte Sion. Por mí te congratularé con la elegante frase de moda, diciéndote: Pues te casas, séate el santo yugo ligero; pues tendrás fruto de bendicion, séate la carga de los hijos ligera; pues te entierras en vida, ¡séate la tierra ligera!

Pocos dias despues volvió Pablo, y se fijó el dia