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distando del tono tanto mas finos y simpáticos, cuanto que ignalmente de la arrogancia pretenciosa que desdeñoso (es decir, no teniendo el afan de copiar á los franceses ni á los ingleses), eran españoles netos.

Este bello tipo, lo decimos con dolor, se vá haciendo raro, pues los mas frecuentes, y sobre todo, los que mas se ponen en evidencia, son los que afectan un extranjerismo chocante, ó un españolismo grotesco y chocarrero.

— La Marquesa habia hablado sobre este asunto á Constancia, y con asombro suyo la habia hallado muy mal dispuesta para este ventajoso y brillante enlace. Esta rareza sobrepujaba á todas las de su hija Constancia, y era una de las causas de su profunda indignacion contra la denominacion de perlas, que daba muy gratuitamente D. Silvestre á las ninas.

CLEMENCIA.

Verdaderamente no sabia la pobre señora qué hacer. al ver que á pesar de sus reflexiones, conse jos, súplicas y anatemas, estaba su hija cada dia más firme y decidida en su negativa, no atreviéndose á escribírselo á su hermana por temor de incomodarla, sabiendo que era poco amiga de contradicciones, y temiendo que viéndose desatendida desheredase á su ahijada.

La Marquesa, que no tenia nada de lince, no buscaba ni veia mas causa á la negativa de su hija, que sus rarezas y la gran indocilidad de su carácter; pero en realidad existia otra, TOMO I. 5