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candor de la monjita de Cortegana; en fin, fué uno de esos gritos unánimes y espontáneos de admiracion, que arranca la verdad casi por sorpresa á un mundo, la alabanza es como la limosna del avaro, para el que escasa y dada de mala gana.

En cambio, la acogida que recibió en casa de su Tia fué poco cordial. Pero en la primera edad, si no está la naturaleza viciada, hay tan pocas pretensiones, y el alegre y bondadoso carácter de la inocente niňa era tan opuesto á ser exigente, que léjos de notar esta falta de cordialidad, no hubo en su corazon sino gratitud y contento.

á Poco a poco, y como filtra una gota de agua por un ladrillo, fué como cayeron á manera de gotas de hiel en el corazon de Clemencia, las muestras de indiferencia, de desvío y hasta de desden que fué recibiendo.

Singular es la influencia que ejerce en nuestro sentir la luz en que se ponen las cosas y las personas; singular es, repetimos, la independencia de idéas, que pasa en el trato casi á contradiccion con las ajepas, y la subordinacion de impresiones, que llega casi hasta el propio anonadamiento.

Hemos observado bastante el mundo, y siempre hemos visto esta poderosa influencia, aun en el seno de las familias; y añadirémos que es esto á tal punto cierto y general, que solo la fuerza de la reflexion y el poder del convencimiento al ver la injusticia saltar á los ojos, nos han impedido á veces, ya en bien, ya