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A. RIVERO
 

amable, tomó en sus manos corona y cuadro, manifestando que «los guardaba en su poder como un recuerdo histórico de gran valor»; y así lo hizo, sin oposición de nadie.

He oído referir a testigos presenciales del hecho que, cuando el teniente Merriam, en la mañana del día 28, intimó al capitán de Puerto, Ubaldo Cossío, la rendición del de Ponce, éste contestó, señalando a los cruceros americanos anclados en la rada:

—Por lo que veo, el puerto es de ustedes; y si más rendido lo quieren.....

La proclama.—El mismo día en que el generalísimo de las fuerzas invasoras, Nelson A. Miles, desembarcó en la ciudad de Ponce, hizo circular en español una proclama en que daba cuenta de sus intenciones y de los propósitos que guiaban al ejército americano. Este documento puede leerse a continuación: