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A. RIVERO
 

aquí, por su ilustración, su noble carácter y su intenso amor a Puerto Rico, con una de cuyas damas está casado.

A las cuatro ya el Campo del Morro se hallaba materialmente atestado de un público selecto, entre el que pudimos ver destacarse las siguientes altas personalidades de nuestro mundo elegante:

A la hora señalada para el imponente acto militar se encontraban en el Morro las siguientes personalidades: La familia del doctor Ashford, D. Arturo Noble y familia, D. Juan Torruellas y familia, el obispo monseñor Caruana, doctor Gutiérrez Igaravidez, doctor De la Rosa, doctor Muñoz Díaz, D. Martín Travieso, alcalde de San Juan; el cónsul de Francia, la familia Moreno Calderón, el licenciado Rodríguez Serra, Mr. E. S. Steele, auditor de la «Porto Rican American Tobacco Co.»; el coronel de la Guardia Nacional, Sr. Jaime Nadal; el jefe de la Detective, Sr. Harding; el coronel de la Policía, Mr. Bennett; el doctor Lugo Viñas, el licenciado Rivera Zayas, el licenciado Sifre, Sr. Ricardo Pesquera, varios representantes de la Photoplay», los redactores de los periódicos de San Juan y otras personas de nuestra sociedad, que sentimos no recordar.

El gobernador Reily llegó acompañado de su distinguida familia y de su ayudante, Sr. López Antongiorgi, y ya estaban formados en correcto desfile dos batallones del regimiento 65 de Infantería, con su oficialidad.

El coronel del mismo regimiento, Mr. Tenny Ross, el coronel Ashford, el capitán Coppeland, capitán Buttler, Wiggins, Kotzebue y los tenientes Keeraus, Jones y Casserly y el capellán padre Vassallo, formaban un grupo en la parte alta del camino del Morro, donde un fotógrafo de El Imparcial sorprendió con su cámara al doctor Ashford, para publicar su fotografía en la página gráfica de la edición de mañana sábado.

A los acordes marciales de la banda del regimiento, que comenzó el acto ejecutando el himno nacional, la multitud allí congregada se puso en pie, en señal de respeto y como homenaje al doctor Ashford.

El homenajeado entonces se colocó con aire marcial frente al Estado Mayor del regimiento, dando lectura el capitán Wiggins a la citación del Departamento de la Guerra en que este organismo hacía mención de los méritos contraídos para con su patria por el ilustre doctor Ashford, por lo que se le concedía la condecoración de Servicios Distinguidos.

El público, emocionado, rompió en atronadores aplausos al finalizar la lectura del bello documento, siguiendo a este acto el coronel Ross, quien se adelantó hacia el alto hombre de ciencias y bizarro militar para saludarle con el saludo de ordenanza. La medalla que le fué prendida del pecho consiste en un águila encerrada en un círculo, teniendo éste una delicada franja en su parte exterior, color azul, en que están grabadas varias frases simbólicas con el significado de la condecoración.

El ejército le rindió los honores de ordenanza al doctor Ashford, desfilando por su frente en correcta formación y presentando armas.

El ilustre doctor fué muy felicitado al terminar la imponente ceremonia, recibiendo innumerables parabienes de las autoridades y amigos y de los Masones, que de entregaron un pliego laudatorio y encomiástico.

Al felicitar al doctor Ashford por el justísimo acto de ayer, El Imparcial se une