3 de agosto 1898.
De la Fortaleza.
Capitán general a Comandante militar de Mayagüez. Recibido parte y haga presente a comandante Espiñeira que estoy satisfecho de todos, esperando que este comportamiento continúe, no dejando de hostilizar al enemigo. A los prisioneros que los lleven a Mayagüez. A pesar de lo que afirma en su parte el comandante Espiñeira, no he podido identificar, ni entonces ni después, el muerto y dos heridos que, según él, tuvieron las fuerzas partidarias; y estoy casi seguro de que tal afirmación fué inexacta. Las fuerzas levantadas en armas se habían formado, principalmente, con gente de los ba- rrios Minillas y Retiro, y formaban también parte de eilas algunos Voluntarios porto- rriqueños que, como Eduardo Marchani, se habían unido a Lugo Viña con arma- mento y municiones. Parece que el general Macías había advertido al coronel Soto que, tratándose de partidas insurrectas, las considerase fuera de ley, atacándolas con todo rigor, y sin darles cuartel. Esta opinión la encuentro confirmada en el siguiente párrafo de una carta que con fecha 5 de agosto dirigió dicho general Macías a Soto: Veo-decía que con las partidas insurrectas de hijos del país se tiene demasia- da benevolencia, y es preciso emplear con ellos el mayor rigor, castigándolos por sus ingratitudes y desafección a la Madre Patria, no confundiéndolos con el Ejército Americano, pues éste, como Ejército regular de un país civilizado, debe ser conside- rado conforme a las leyes de las guerras regulares. Nada más por hoy..... Con fecha 6 del mismo mes contestó el coronel Soto con una carta de letra muy menuda, y que ocupaba las cuatro carillas de un pliego, lamentándose de que «Es- piñera, a pesar de las órdenes recibidas, hubiese hecho prisioneros; pero que esto no tenía ya remedio»>. El general Macías tomó tan a pecho la epístola del comandante militar de Maya- güez, que rompiendo todos los lazos de amistad personal que a él le unían, con fecha 8 replicó en esta forma: Sr. D. Julio Soto Villanueva, Mayagüez, P. R. Estimado coronel: Sin duda usted no ha leído su carta para expresarse en la for- ma que lo hace, poco correcta e irrespetuosa, cuya carta se la devuelvo, esperando que en lo sucesivo se mirará más en lo que escriba. De usted afectísimo, que besa sus manos, (Firmado) MANUEL MACÍAS. Agosto, 8, 1898.