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A. RIVERO
 

«U. S. SS. St. Louis, St Thomas. Danish West Indies.

Mayo, 23, 1898.

Señor: Es mi deber recordar a usted que existe un estado de guerra entre Esta- dos Unidos de América y el reino de España, y por tanto, le comunico que todo intento de parte del Grappler o de otro buque similar para reparar cualquier avería que exista o pueda ocurrir durante la guerra en los cables de la Compañía que ama- rran en las posesiones españolas de las Antillas, será visto, por mi Gobierno, como un acto de hostilidad, y advierto a usted que la más pequeña violación de este injunction expondrá a su buque a ser capturado como presa de guerra en cualquier punto del mar donde se encuentre; de otra parte, mi Gobierno está sumamente an- sioso de que no sufran los intereses neutrales, sin necesidad, a causa de esta guerra.

Yo puedo asegurarle que The W. I. T. Co., en su línea de St. Thomas, Jamai- ca, Ponce, Puerto Rico, no será cortada por buques de los Estados Unidos, con la sola condición de que los cables que actualmente amarran en Ponce sean soltados inmediatamente, y abandonada aquella estación y Ponce aislado de toda comunica- ción con el mundo, hasta que venga la paz. También puedo ofrecerle iguales seguri- dades respecto a la otra línea de St. Thomas-Jamaica-San Juan. Pero debe entenderse que será bajo las mismas condiciones, y que Puerto Rico ha de ser cortado de toda comunicación exterior, telegráficamente hablando.

Le ruego respuesta a esta carta tan pronto como usted pueda, y si yo hubiese salido antes de que usted reciba instrucciones de su Oficina central, sírvase telegra- fiar esta carta completa y cualquier proposición de su Compañía, directamente al secretario de Mar.na, Wáshington, D. C.

A menos que yo reciba respuesta favorable antes de ponerse el sol el día 25 de mayo de 1898, me consideraré libre para actuar.-C. F. Goodrich, capitán.-U. S. N., comandante.

Señor comandante del buque reparador del cable Grappler.»

MAYO, 26. Todos los batallones de infantería anuncian en los periódicos la com- pra de 16 mulas para cada uno, destinadas al transporte de la impedimenta. Esto parece anuncio de operaciones por tierra.

San Juan está desierto; sólo llegan por la mañana los empleados provinciales y municipales que pernoctan en Bayamón, Cataño y Río Piedras. Lo primero que hacen es mirar hacia San Cristóbal, no precisamente porque mis baterías ni yo les intere- semos, lo que les importa es saber qué vapores señala el vigía.

Terminan los exámenes en la Academia Preparatoria Militar, y obtienen plaza 17 alumnos; ya veremos cómo se incorporan a sus Academias en España. La única plaza para el Cuerpo de ingenieros la obtuvo, después de reñida oposición, Inocencio Serrano. Las obras del acueducto se encuentran paralizadas por falta de obreros, por- que todos están refugiados en las montañas.

El joven Antonio Prieto, en los últimos exámenes, alcanzó el número uno como alumno de artillería.

Al corresponsal del Herald, que está cumpliendo condena en presidio, se le sirve la comida del Hotel Inglaterra.

Se anotan muchos robos de ganado en la Isla; campesinos hambrientos hieren las reses para que después les regalen la carne.

- J. J. Potous, jefe retirado de artillería, escribe, a diario, artículos muy juicio- sos, para excitar el espíritu público y encauzar la acción del Gobierno.

La Gaceta publica un estado de nuestras exportaciones a los Estados Unidos en el año 1896. Se exportaron 2.644.739 pesos y 97 centavos, y se importaron 4.117.984 pesos y 90 centavos, resultando de esto un gran saldo en contra de la Isla.