Página:Crónica de la guerra hispano-americana en Puerto Rico.djvu/697

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APÉNDICE NUMERO 21

Confrencia, por telégrafo, entre el capitán general Macías y el teniente coronel Francisco Larrea, comandante de las líneas defensivas de Aibonito.

— Presente teniente coronel Larrea; sin novedad, líace media hora me ha llamado al aparato el comandante Nouvilas, desde estación Asomante^ y me comunica desde allí lo siguiente:

«Una vez terminado el fuego, se vio que subían por la carretera seis jinetes, que yo creí eran de la Cruz Roja, y resultó ser de parlamento; dejé aproximarlos a distancia prudente, llamando a los tenientes Relmonte, de artillería, y Luis Ramery, del 9.° de Voluntarios, ordenándoles que fueran a avistarse con los parlamentarios, acompañán- doles un voluntario, un soldado y un corneta del 6.° provisional. La Conferencia duró más de tres cuartos de hora, y el resultado de ella, que me han comunicado por escrito^ es como sigue:

«El teniente coronel Bliss, jefe de Estado Mayor del general Wilson, jefe de las tropas de los Estados Unidos, frente a Aibonito, presenta sus respetos al comandante de las fuerzas españolas en Aibonito, y le manifiesta, qué por un despacho acabado de recibir de Washington se hace saber que ya se han convenido los términos de paz entre España y los Estados Unidos, y que según los términos convenidos, la isla de Puerto Rico es cedida a los Estados Unidos, y se reconoce la independencia de Cuba y de Filipinas. Siendo éste el caso, el jefe americano desea evitar todo innece- sario derramamiento de sangre; añade que tiene en la Isla 14.OOO hombres de tropa, y que dentro de tres días tendrá 35.OOO más ^; que la captura de Aibonito es inevi- table, y, por consiguiente, y para evitar mayor sacrificio de vidas, y en vista del aviso acabado de recibir respecto a la paz, él pide la rendición de esta plaza y la ren- dición de todas las tropas de la guarnición. — ^El oficial, Fragler, comandante de Estado Mayoiy>

Añade el comandante Nouvilas, que acto seguido se dirigió al puesto donde se encontraban los parlamentarios, quienes le recibieron con mucha cortesía, y a quienes comunicó que no era jefe de las fuerzas, pero que en nombre de éste y en el suyo propio, rechazaba toda intimación de rendimiento, y que no estaba dispuesto a ren- dir ni el campamento ni las fuerzas.

El teniente coronel Bliss le suplicó entonces que me transmitiera el contenido de su papel para que a mi vez lo hiciera a V. E., esperando respuesta para esta misma noche. Nouvilas objetó que no era posible tener respuesta a esa hora por los per- cances que pudieran ocurrir, y entonces el parlamentario accedió a volver por dicha respuesta mañana a las seis de la misma. Añadió el jefe enemigo que «como caba- llero y militar afirmaba lo que decía el papel»; pero que si V. E. no puede comuni- carse por cable con el Gobierno de Su Majestad, le Facilitarán la estación de Ponce

El general Wilson sabía que esto era una falsedad. — N del A.