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A. RIVERO
 

algunos caseríos cometiendo desmanes. Yo no he creído del caso considerarlas con aquel carácter, sino como bandidos con un disfraz político, y como a tales he orde- nado a mis tropas que las persigan y castiguen.

En estos momentos no tengo noticia de la existencia de ninguna; pero como pudiera suceder que durante la suspensión de hostilidades actual reapareciera alguna, bajo ningún concepto estimo que cabe considerar a las tales partidas como fuerzas beligerantes, y solamente como facciosas, y por lo tanto, castigarlas con rigor en el acto de cometer sus desmanes. De todos modos, creo pertinente que V. E. me comu- nique su parecer, a fin de que procedamos de acuerdo, adoptando ambos igual con- ducta en este asunto.

B. L. M. de V. E., — Manuel Macías, Capitán general de Puerto Rico.»

Telegrama por cable:

«16 agosto, 1898. Al General Miles*— Ponce.

Excmo. Sr.: El día 13 del corriente en que quedaron interrumpidas las hostilida" des, el pueblo de Lares, de esta Isla, estaba bajo la soberanía de España, pues en é^ funcionaban las autoridades, y además había tropas del Ejército guarneciéndolo, y continuando allí todo el día 14, hasta que ayer por la mañana, y por efecto de una orden mal interpretada, salió de allí la guarnición, lo cual al serme comunicado dispu- se que dicha guarnición volviera hoy a su puesto; pero al propio tiempo se me dio conocimiento de que ayer tarde, día 15, fué ocupado Lares por una fuerza regular del P2jército americano, al mando de V. E., ena,rbolando en dicha población la ban- dera de los Estados Unidos.

Indudablemente que este hecho, contrario al principio de que ambos ejércitos beligerantes deban mantener durante la suspensión de hostiHdades las respectivas posiciones que ocupaban en día 13 por la mañana, no será conocida de V. E.; porque no tan sólo no lo hubiera aprobado, sino por lo contrario, ordenado el cum- plimiento en este caso de lo que previenen los principios del Derecho internacional en casos de guerra; como así creo hará al recibir este despacho, conociendo la razón que me asiste y rogándole una respuesta, quedo muy respetuosamente, — Manuel Magias, Capitán General de Puerto Rico.»

«Cuartel General del primer Cuerpo de Ejército. Guayamá, P. R., agosto 30, 1898.

Capitán general Manuel Macías. — San Juan, P. R.

Excmo. Sr.:

Tengo el honor de informar a usted que mi Gobierno me ha nombrado uno de los comisionados para entender en los detalles de la evacuación de Puerto Rico por las fuerzas españolas, e informarle al mismo tiempo que los otros miembros de la Comisión saldrán de los Estados Unidos para San Juan mañana 31 del corriente.

En vista de estos hechos manifestaré a V. E, que es mi propósito marchar con mi Estado Mayor a San Juan, vía terrestre, y llevando una escolta apropiada de ca- ballería e infantería. Me permito sugerir a su excelencia que todas las avanzadas entre este punto y San Juan sean avisadas de mis propósitos, a fin de que mi jor- nada no pueda ser interrumpida.

Yo tengo el honor de ser, muy respetuosamente, su obediente servidor,

James R. Brooke,

Mayor general. »