mi corazón necesita un desahogo para contestar á lo que ha llegado á mis oidos, tanto sobre la comedia, como con relación á su desempeño; y V. me ha de permitir un rato mas de molestia para que pueda lograr este objeto.
Lo primero que se ha dicho, sin duda para disminuirle al pobre autor la satisfacción de la recompensa que le ha dispensado el público, es que en Italia existe una comedia de argumento igual, bien que tratado en prosa. Pudiera victoriosamente contestar que los mismos argumentos han ocupado las plumas de distintos maestros del arte, sin que se haya pensado en disputar á ninguno de ellos el mérito de ser original. En efecto, el Edipo desde Sófocles hasta Martínez de la Rosa ha sido tratado por varios poetas; el Jugador debe su existencia á varios escritores; Moratín sacó su Mojigata del Hipócrita de Moliere; Coraeille debe su fama colosal á Séneca y á nuestro teatro antiguo; Maffei y Voltaire escribieron la Metopa; Racine copió á Eurípides, y en fin esta nomenclatura fuera cosa de nunca acabar, y sin embargo ninguno de estos poetas dejará de ser original. Pero yo estoy aun en mejor caso : mi comedia ha nacido y se ha ido formando en medio de mis amigos y de mi familia;
