Esta página ha sido validada
62 — Felipe Trigo
que es tarde, y, además, se te sale por el pantalón la camisa, propiamente que a un payaso.
Tocaron a la puerta. Pasó la doncella. En una bandeja traía un huevero, una copa de jerez y seis huevos pasados por agua. Era el desayuno de Ladi, que se sentó a tomarlo, con su pantalón gracioso lleno de encajes, en otra butaca junto al tocador.
Media hora después estaba vestida, cubriendo con un simple traje el lujo interior de sus ropas; solamente las medias le costaban treinta duros...