Página:De Madrid a Nápoles (1878).djvu/147

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
131
DE MADRID A NAPOLES

Vogando, vogando..., como íbamos, con rumbo fijo á Isola Bella, no dejaba yo de mirar de vez en cuando la Cordillera de los Alpes, que cerraba el horizonte al Noroeste, complaciéndome en ver asomar, sobre las brumas que coronaban todas las cimas, un Pico blanco, limpio de nubes, que reflejaba como un espejo la luz ardiente del sol, próximo ya al Meridiano.

—Aquel Pico es el Sempione (el Simplon), exclamó nuestro barquero, siguiendo la direccion de mi mirada.

—Ayer á estas horas estábamos nosotros allá arriba, añadió Iriarte.

¡Parecia imposible... y era verdad!

A todo esto el lago empezaba á poblarse de botes que cruzaban de pueblo á pueblo y de isla á isla, llevando y trayendo pasajeros de los muchos que un Vaporcito iba dejando donde quiera que tocaba.

Este Vapor habia salido de Arona, estacion de ferro-carril, que dista de Milan dos horas y de Turin menos de cuatro.

En el Vapor y en los botes veíanse, pues, infinidad de familias, que por la mañana habian salido de aquellas capitales, á ¡in de pasar como quien dice «un dia de campo en el Lago Mayor.» — Y aqui encontrábamos la alegre partida de la amistad, allá el gracioso grupo del amor, en otra parte el santo cuadro de la familia; ora gentes del pueblo; ura mujeres elegantes; en un lado las célebres hermosuras milanesas, que parecen nobilísimas estátuas; en otro las hijas del Piamonte, de franca y graciosa fisonomía.

El Vapor ostentaba la bandera tricolor de Italia, blanca, encarnada y verde, con la Cruz de Saboya en medio...—¡Con la Cruz de Saboya!...— ¡De Saboya, vendida al estranjero !!

Entre los hombres, veíanse muchos vestidos con el uniforme de guar- dias nacionales, y condecorados con una medalla pendiente de una cinta roja y blanca.— Aquella condecoración significaba que habian tomado parte en la última guerra contra los austriacos.

— ¡Salud á los héroes de Pallestro y Solferino! exclamé yo en mis adentros , acordándome de Bailén y Talavera. ¡Salud á los defensores de la independencia de su patria!

El resto de los milaneses y sardos llevaban el traje europeo, quiero decir, aquel pantalon, aquel sombrero y aquella levita que son los mismos en Madrid que en París, en Roma que en San Petersburgo.—Sólo la plebe presentaba en su vestido algun carácter italiano. Entre la gente de esta clase habia tipos soberbios, cuyos rasgos principales eran los siguientes: grande nariz aguileña, ojos negros y sombríos, barbas y cabellos largos, atlética complexion y múy noble estatura. Su pintoresco trage consistia en sombrero chambergo, de castor ó de paja, corbata roja, larga chaqueta de terciopelo y anchuroso pantalon de pana. —Estas figuras, campeando sobre la popa de una barca, dibujándose en el espléndido Lago ó pertilándose sobre un cielo puro y luminoso, eran estremadamente bellas, y en muchas ocasiones hasta hermosas...