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Y si tienes tentaciones
De volver a comenzar
La vida, piensa el trabajo Que tendrías que arrostrar. Nosotras sólo sabíamos
Ir a oir misa y rezar Componer nuestros vestidos Y zurcir y remendar.
Pero, ahora ¡si tú vieras
Lo que se debe enseñar ! Diez maestros a cada hora Sin déjarlos descansar Inglés, francés, italiano, Dibujo, canto, o tirar
La pistola y el florete,
Y hasta el coche manejar. Se enseñan las matemáticas, También hay necesidad
De historia y de geografía Y no sé qué cosas más.
Y todos estos primores, Nadie lo sospechará
Que lo saben los niñitos... Porque no quieren hablar, Tan mudos están como ellos.